Escuelas de CABA podrían fusionar grados en 2026 debido a la baja matriculación

El planteo generó rechazo en gremios y organizaciones educativas, que alertan sobre el impacto en la calidad de la enseñanza y las condiciones laborales de los docentes.

BAE Negocios

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires analiza implementar a partir de 2026 un esquema de fusión de grados en escuelas primarias y secundarias. La medida busca reordenar la matrícula frente a la caída en la tasa de natalidad y a la existencia de aulas con muy pocos estudiantes. Aunque aún no fue formalizada, ya generó un fuerte debate en la comunidad educativa.

Según fuentes oficiales, la decisión surge de un diagnóstico considerado “inevitable”. La ciudad atraviesa una crisis demográfica sin precedentes: hoy nacen la mitad de los bebés que nacían hace diez años, y en los últimos ocho años la matrícula escolar cayó un 45%.

En 2025, solo en la capital se registraron más de 36 mil sillas vacías en las escuelas. Hay aulas con apenas cinco estudiantes y colegios enteros con menos de cincuenta. Desde la gestión destacan que esta situación no es pedagógicamente saludable ni atractiva para las familias.

El plan de reordenamiento contempla unificar grados en aquellos cursos que no alcancen el mínimo operativo, estimado entre 15 y 20 alumnos. “Hay escuelas con cuatro cuartos grados, cada uno con 10, 8, 7 o 5 chicos. En esas situaciones, lo lógico es que se armen uno o dos grados. Eso permite sostener el sentido pedagógico de la experiencia escolar y evitar la fuga de estudiantes”, explicaron.

Desde la administración porteña aseguraron que la medida no implica un ajuste presupuestario ni el cierre de escuelas. Se trata de administrar la matrícula con criterios objetivos y cualquier decisión se tomará después del proceso de inscripción online, que se realizará entre el 29 de septiembre y el 7 de noviembre.

 

 

Cada vez hay menos alumnos en las aulas

La propuesta provocó rechazo inmediato entre gremios docentes y organizaciones de la comunidad educativa. Desde Ademys, sindicato que representa a trabajadores de la educación, calificaron de “falaz” el argumento oficial y denunciaron que se trata de un ajuste encubierto.

Advirtieron que la medida podría aumentar la cantidad de estudiantes por aula, lo que afectaría la calidad educativa y pondría en riesgo puestos de trabajo. “Lo que debería haber es mayor presupuesto en educación y condiciones de trabajo dignas para los docentes. Los cierres de grados significan menos inversión en nuestros pibes y pibas”, sostuvieron.

Patricia Pines, referente de la organización Vacantes para Todxs, cuestionó la propuesta y aseguró que “es falso” que la matrícula en la escuela pública haya disminuido. Recordó que desde 2013 miles de familias quedaron sin vacante tras la implementación de la inscripción online.

Muchas de estas familias fueron derivadas a Centros de Primera Infancia, espacios de cuidado fuera de la órbita educativa donde los trabajadores están precarizados. Según Pines, mientras la natalidad caía, el déficit de vacantes se mantenía por la falta de construcción de nuevas escuelas, lo que llevó a la organización a impulsar más de 10 mil amparos judiciales en defensa del derecho a la educación.

La referente advirtió que la fusión de grados, bajo la premisa de optimizar recursos, terminaría afectando la calidad educativa. Familias que eligieron escuelas con secciones reducidas podrían encontrarse con aulas superpobladas de hasta 30 estudiantes.

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