La jueza de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Loretta Preska, ordenó el embargo de USD 210 millones a Argentina por el reclamo de deuda impaga por parte de los holdouts.

La decisión tomada por Preska se ejecutará mediante una orden en la mesa de entrada en la Reserva Federal de Nueva York y entregada al fondo Attestor Master, uno de los protagonistas, junto a Bainbridge Fund, de la disputa por otros USD 100 millones.

El fallo de Preska da la razón al reclamo de tenedores de bonos que quedaron en default en 2002 y se suma a otras sentencias que habían tenido los holdouts en instancias previas, en la que el país había sido obligado a entregar títulos que se usaron como garantía de pago de los bonos Brady, emitidos a principios de 1990.

Un grupo de fondos compró títulos defaulteados a tenedores que no ingresaron a ninguno de los tres canjes que emitió el país, en 2005, 2010 y 2016, durante las presidencias de Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri.

Los títulos embargados están en manos del Tesoro de Estados Unidos, ya que la Argentina los había entregado como garantía de pago de los bonos Brady emitidos a comienzos de los '90.

“Este embargo ocurre a pocos días de la ejecución de la garantía por USD 325 millones en el caso Cupón PBI Londres”, señaló en su cuenta de la red social X Sebastián Maril, consultor de Latam Advisors y especialista en los juicios que la Argentina enfrenta en el exterior.

En otro posteo, Maril agregó: “Si yo fuese el presidente Javier Milei, hago Cadena Nacional y explico bien por qué no ejecutan estas sentencias y sumo unos varios puntos políticos previo a las elecciones de octubre”, en alusión a las consecuencias del default declarado en diciembre de 2001 por el entonces presidente provisional, Adolfo Rodríguez Saá.