Fabricantes de smartphones comenzaron el 2019 con una caída de producción del 33%

Registraron 1,5 millón de unidades. Proyectan que será el peor año de los últimos quince

ggrimaldi

Un consumo deprimido por la caída del poder adquisitivo más la falta de incentivos para cambiar los equipos son dos de las variables de mayor peso que explican la dura realidad del negocio de los smartphones en Argentina.

La escasa demanda repercute directamente en el timo de producción de las plantas ubicadas en Tierra del Fuego. En el primer trimestre del año, las fábricas ensamblaron 1.545.000 de unidades, 33% menos que en el mismo período del 2018. Un año antes -según estadísticas de la Asociación de Fabricantes de Terminales Electrónicas (Afarte)- habían producido algo más de 2 millones de equipos.

La caída también tiene otra explicación: la comparación está dada con el último trimestre que podría considerarse positivo. Luego llegó la devaluación y el mercado terminó de explotar.

Por su parte, fuentes de la consultora IDC Worldwide Quarterly Phone Tracker mencionan detalles técnicos para sumar más argumentos a la caída de la demanda. "Los consumidores mantienen sus teléfonos más que antes, los modelos nuevos tienen precios más altos y ofrecen poco incentivo para mejorar lo que se tiene en cuanto a los dólares que se gastan. Además, la llegada de los dispositivos 5G podría tener influencia en esta espera, hasta que tanto redes como dispositivos estén listos para 2020".

El 90% de los celulares que se venden en el país provienen de Tierra del Fuego

De todas formas, el panorama no sorprende a los empresarios del sector, que en el último tiempo han tenido que concretar suspensiones y despidos. A principios de año, Federico Hellemeyer, Presidente de Afarte le explicó a BAE Negocios que la devaluación hizo que el consumidor restrinja el consumo de productos durables.

Las ventas comenzaron a sentir el declive el año pasado: se pasó de un mercado de 10 millones de smartphones en 2017 a 8 millones en 2018. Para este año, el panorama promete empeorar: las fábricas fueguinas esperan ensamblar, con mucho viento a favor, cerca de 7,5 millones de unidades, un nivel similar al del 2004.

Más allá del contexto local, Argentina está a tono con la tendencia mundial. Los datos del primer trimestre muestran una caída interanual del 6,6% en el mercado de los teléfonos móviles. En el mundo, se vendieron 310,8 millones de equipos, lo que marca el sexto trimestre consecutivo a la baja.

Menor presupuesto

Los celulares que más se venden en la actualidad son los de la gama media, que concentra el 56% del mercado. Sin embargo, dentro de esta categoría, los seis modelos más fabricados (que representan el 48% de la demanda) son de los más económicos y se ubican en el piso de la banda.

El mercado está concentrado en unos 16 modelos que representan el 80% de la demanda, aunque el universo total de teléfonos móviles es de más de 180. El 90% de los celulares que se venden en la Argentina son nacionales.

Tras la devaluación, y pese a que los insumos son en su mayoría de origen extranjero y se abonan en dólares, los precios de las terminales en el país ganaron en competitividad, aunque las tasas de interés para la compra en cuotas (un ítem fundamental a la hora de la renovación) pueden influir en la menor adquisición de teléfonos, indican en Afarte.

La versión más económica del recientemente lanzado Samsung Galaxy S10 se encuentra en el país a $34.999. Más barato que en Chile, Brasil y Uruguay.

Esta nota habla de: