Francisco no teme a la muerte
Hay personas que no se mueren nunca. Azucar, pimienta y sal
Estábamos en Sumare, la nunciatura apostólica en Río de Janeiro. En una conversación tan distendida, que le pregunté: ¿Te das vuelta cuando te llaman Francisco? Me dijo: “Ahora sí”. En esto estábamos cuando le comenté: “Seguís siendo el mismo de siempre. Menos mal”. Él mirándome a los ojos y en tono confidencial, contestó: “Un hombre a los 76 años, no cambia tanto”.
Al día de hoy -a los 88- es el mismo padre Jorge de siempre. Hace lo que quiere. Genio y figura hasta la sepultura. Está lúcido. Tuvo un broncoespasmo es cierto, pero no da para dramatizar. Todos nos vamos a morir. Él con la muerte tiene una relación lúdica. No le tiene miedo, pero le gustaría conocerla.
Tampoco me genera a mi miedo la muerte. Eso sí, le dije, le voy a hacer un reportaje en cuanto aparezca. A las carcajadas, tapándose la boca me sorprendió: “Si tenés esa idea, vos sí que no te vas a morir nunca. La vas a asustar”.
Es bravo Bergoglio. Y ese sentido del humor que no lo abandona.
Suele llamar a la comunidad de hermanas de Total Dedicación, amigas entrañables de él. Nelly, le preparaba unas tortas galesas de cinco kilos, que siempre le llevé, sorteando la requisa de Fiumicino, el aeropuerto de Roma, porque la policía me conoce. Le mandaban saludos: “Auguri a Francisco”.
El asunto es que para todos los cumpleaños la llamaba a la hermana Nelly para felicitarla. La última vez fue a los 91 y le dice: “Todavía no te moriste”.
Así empezó la conversación. Es su estilo. No hay que aflojarle, sino redoblar la apuesta.
Otra vez para una pascua, que estaba por salir al “urtbe et orbi”, entré a verlo después de atravesar San Pedro. Agitadísima de hacer lugar, apenas se podía pasar. Había muchísima gente. “Sos más que Perón, la plaza está que explota”. Hizo un gesto de aprobación con la cabeza y agregó: “Pero el enemigo se la va a cobrar”.
Aferrada a la medalla de la virgen que Desata los Nudos, le pregunté compungida “¿Y entonces para que rezamos?”.
Me sacó de esa situación, con la velocidad de la luz “Alicia porque no te haces monja, en las carmelitas descalzas hacen falta vocaciones”. Francisco, Papa, en la cima del mundo, se sigue divirtiendo con la vida. Hay personas que no se mueren nunca. Azucar, pimienta y sal.