La imagen del presidente Luiz Inácio Lula da Silva se deteriora en Brasil, y la desaprobación de su gestión ya alcanza el 56%, según una encuesta dada a conocer por la empresa Quaest.

El estudio, realizado entre el 27 y el 31 de marzo por encargo de Genial Investimentos, se hizo en base a entrevistas a 2.004 personas de 16 años o más en todo el país. Los resultados muestran un crecimiento de siete puntos porcentuales en la desaprobación con respecto al sondeo de enero, cuando el rechazo al gobierno se ubicaba en 49 por ciento.

En contraste, la aprobación del Gobierno cayó de 47% a 41%, mientras que el porcentaje de quienes no supieron responder descendió de 4% a 3%. El margen de error es de dos puntos porcentuales y el nivel de confianza de la encuesta es del 95%, informa la agencia Prensa Latina.

 

Confianza

Lula mantiene un respaldo mayoritario en el noreste, su histórico bastión electoral, donde cuenta con un 52% de aprobación, aunque su desaprobación creció hasta 46%. En tanto que en el sudeste, la región más poblada del país, el rechazo subió al 60%, contra un 37% de apoyo.

En el sur, la desaprobación alcanzó el 64%, mientras que la aceptación quedó en 35%. En el norte y centro-oeste, la tendencia es similar: 52% de rechazo y 44% de aprobación.

Los datos reflejan que Lula enfrenta una creciente pérdida de confianza en sectores clave del electorado, lo que podría afectar su capacidad de gobernabilidad y su estrategia política a futuro.

 

Mujeres

Uno de los puntos más llamativos de la encuesta es el crecimiento de la desaprobación entre las mujeres, que pasó del 47% al 53%, mientras que la aprobación cayó del 49% al 43%. Entre los hombres, el 59% rechaza su gestión (en enero era el 52%), y solo un 39% la respalda (antes, 45%).

En términos de creencias religiosas, el electorado católico, que históricamente ha respaldado a Lula, muestra ahora una división exacta del 49% entre aprobación y desaprobación. En enero, la relación era de 52% a favor y 45% en contra. En tanto, el rechazo entre los evangélicos sigue siendo elevado, alcanzando el 67 por ciento.

El estudio también revela que la desaprobación supera la aprobación entre la población mestiza, con una caída del respaldo del 52% al 45%. En el caso de la población negra, hay un empate técnico: 51% de rechazo y 46% de apoyo. Entre los blancos, el 61% desaprueba al gobierno.

 

Dificultades

Analistas atribuyen la caída de popularidad de Lula a la persistente inflación, que erosiona el poder adquisitivo de las familias, el débil crecimiento económico y el desempleo, que aunque ha disminuido, sigue siendo una preocupación central.

Otro factor clave es el resurgimiento de la derecha, que mantiene un discurso fuerte contra el gobierno, pese a que su principal figura, el expresidente Jair Bolsonaro, enfrenta acusaciones de intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022.

El deterioro de la imagen de Lula abre interrogantes sobre la estabilidad política en Brasil y su capacidad para recuperar la confianza de los votantes en un contexto de crecientes tensiones económicas y sociales.