Reducción en pandemia

Gremios, empresarios y Gobierno en el club de la pelea por la jornada laboral

La generación de empleo versus los costos laborales, otra disputa en plena Crisis Covid-19. Los "dipusindicales" del oficialismo realzan el valor de los proyectos de ley que presentaron en el Congreso. El empresariado bajo la cláusula "Yo te avisé", advirtieron que a "menos horas trabajadas la proporción directa es menos sueldo". Y el Gobierno analiza el contexto internacional considerando que la merma salarial asomará inevitable

lautalan

El debate por la reducción de la jornada laboral ya posee dos proyectos con estado parlamentario. La base de discusión es el formato actual con 48 horas desde hace 101 años. Abarca argumentos a favor y en contrario desde el pensamiento crítico. La compulsa es similar a una paritaria, en este caso global: gremios sustentan que habrá más puestos de trabajo y beneficios saludables como el esparcimiento.

Los empresarios reclaman: "con menos horas, menos sueldo" y el Gobierno no está convencido de las bondades de la reducción, según pudo verificar BAE Negocios. La pandemia jugó como un acelerador de Fórmula Uno tal cual sucediera con el teletrabajo, los "nuevos empleos", formatos híbridosy combinados. Uno de los autores de las iniciativas parlamentarias es Hugo Yasky, diputado del FdT y líder de la CTA de los Trabajadores. Propone una semana de labor de 4 días y expresó que en Chile, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Japón e Islandia, entre otras naciones, la reducción ofreció buenos resultados.

Hugo Yasky, CTA y FdT

"Estamos ante la posibilidad de distribuir más equitativamente un bien escaso como el empleo. Tanto el sindicalismo como la política deben hacerse cargo de esta discusión". Yasky le agregó razones ecológicas para sancionar dicha ley porque estima que habrá reducciones de combustión y gastos de energía entre otros vectores. No faltó un mensaje a los empresarios: "En Islandia se mejoró la productividad", explicó.

 

"Debe ser una ley puntual"
Claudia Ormachea (Frente de Todos)

Su compañera en la bancada oficialista, Claudia Ormachea, dirigente de la Asociación Bancaria (AB), es la autora del otro proyecto, que propone la jornada laboral diaria a 6 horas y 36 semanales. “Lo relevante es que el contenido y alcances de la ley sean puntuales. Con lo dicho a medias, el empleador lo aprovecha para sí".

Ormaechea citó los mismos casos internacionales que Yasky, destacó que ambos proyectos pueden sincronizar y que con el tratamiento en el Congreso “aparecerán otros y se enriquecerá la discusión” y coincidió con su par en que “tener una vida menos alienada traerá beneficios para trabajadores, trabajadoras y la sociedad en su conjunto”.

Esperanzas aparte de los gremios a favor, existe una preocupación sobre la tesitura del Gobierno. La misma se basa en la ley de Telebrabajo y la resolución del ministerio de Trabajo al respecto, que consideran, estableció “demasiados puntos a paladar empresario”.

El menos digerible de todos fue que el home office no fuese considerado teletrabajo.

De allí que observan con cautela las declaraciones públicas del titular de la cartera laboral Claudio Moroni respecto a la reducción en debate.

El funcionario nacional en la reciente presentación del Programa "Te Sumo", estimó que los proyectos apuntan "a uno de los modelos posibles" para sumar puestos de labor.

No obstante advirtió que "Argentina está en una situación muy heterogénea y es difícil predecir qué puede suceder con una simple reducción de jornada".

En base a la preocupación sindical por la decisión del Gobierno y a esos dichos públicos de Moroni, este diario consultó a fuentes del ministerio de Trabajo para ahondar sobre la tesitura oficial.

“En la mirada internacional se aprecia que hoy crece el PBI pero el empleo no acompaña esa suba. No tenemos una visión tan clara que la reducción vaya a generar mayor empleo”, reseñaron.

Y cuanto a la postura empresaria sobre “menos horas, menores salarios”, consignaron que “en la Argentina la principal discusión entre trabajadores y empleadores está concentrada en salarios y por ende en la dinámica inflacionaria. En otros países donde la reducción de la jornada laboral se concretó hubo merma salariasi bien no fue proporcional, se aplicó. La mirada internacional es inevitable, caso contrario veremos la mitad de la película”, enfatizaron las fuentes a este diario.

  Directamente proporcional

 

Desde los empleadores uno de los rechazos con peso corporativo lo pronunció el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja. El también referente de la Copal dijo que a menor cantidad de horas trabajadas "se implicaría también proporcionalizar el salario, con su pertinente reducción".

El empresario, contradijo a los sindicalistas y legisladores oficialistas al apuntar “que no hay experiencia internacional que permita afirmar su conveniencia u oportunidad" y que el impacto en la Argentina, de prosperar esa norma, "sólo estaría repartiendo el trabajo registrado que existe en la actualidad".

 

 

Cuidado, mucho cuidado  

Cecilia Anigstein, investigadora de la Universidad Nacional de General Sarmiento-Instituto de Desarrollo Económico (UNGS-IDES), realzó que los dos proyectos resumen una herramienta para la redistribución equitativa “entre géneros de la carga reproductiva, no remunerada, en hogares y comunidades". Sin perjuicio de alertar, en cuanto a riesgos y "errores forzados" que dicha merma horaria no debe implicar una reducción en los ingresos. "La inserción sociolaboral de jóvenes o mujeres en puestos de trabajo a tiempo parcial, muchas veces en condiciones precarias o informales, es parte del problema, no de la solución".

La investigadora, doctora en Sociología, completó perfiles al remarcar "no estoy de acuerdo con la propuesta de renta básica universal a la europea, pero sí con un salario universal para todos los trabajadores con ingresos por debajo de la canasta básica".

Para ella la misma debe estar "atado al salario mínimo y que garantice ingresos necesarios para no caer por debajo de la línea de pobreza".

También el titular de la secretaría académica de la carrera de Relaciones de Trabajo ( UBA), Luis Roa, alertó "la reducción es sin merma salarial". "Es importante que una reforma apunte a desterrar las jornadas promedio, bancos de horas o todo subterfugio que implique licuar el limite diario de la jornada laboral", señaló.

Roa enfatizó que ante la productividad superior a décadas pasadas “se debe recuperar el tiempo libre y un proyecto de vida, para que el empleo se redistribuya: trabajar menos, trabajar todos y redistribuirlo todo porque el deber ser es colectivo", propuso.

El abogado laboralista Héctor Recalde, remarcando que no puede haber quita salarial de aprobarse la merma de horas trabajadas expresó: "Propongo un cálculo simple, si los más de 6 millones de trabajadores/as dejaran su labor por una hora, no van a crear empleo, pero repartirán, distribuirán trabajo o el verbo que en ese sentido se prefiera para 900.000 personas. No es poca cosa”.

Entre otras voces sindicales a favor también desde los Recibidores de Granos (Urgara) su titular Pablo Palacio sumó adhesión y recordó que ya experimentaron esa reducción para cumplir 6 horas, puja que aggiornaron por estos días. “El país tiene al 30% de su gente desocupada o subocupada y tenemos que repartir la torta de trabajo. No puede ser que haya gente cumpliendo 12 horas por día, y otros mirando cómo lo hacen, sin tener trabajo. Debemos generar la posibilidad que todo el mundo tenga trabajo y minimizar el subsidio a los desocupados”.

 

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