ENFOQUE

Hora de balance - Parte V -

Las medidas adoptadas para enfrentar los desequilibrios como mayores restricciones a la compra de divisas, incluso para la importación de bienes y servicios no lograron sus objetivos y profundizaron las dificultades  

Guillermomoreno

Anteriormente, en “Hora de Balance” – Parte III (BAE Negocios, 09/07/2023), se analizaba lo obrado por el actual oficialismo durante sus años de gestión. En igual sentido, hacia fines del año pasado, en “Cambia... nada cambia” (BAE Negocios, 09/10/2022), se sostenía que abundando en las afirmaciones adscriptas por el Gobierno, emergía una cuestión de extraordinaria importancia: no existen diferencias entre lo que sostiene y ejecuta el poder ejecutivo y lo que propugna la aparente “oposición”.

La elección del actual ministro de Economía, como candidato a presidente, por la actual alianza gobernante, confirma dicha aseveración, al haber una aceptación “de hecho” de los esquemas conceptuales vertidos por quien señaló, oportunamente, que estaba formulando un plan económico para “cualquiera fuera el próximo gobierno”i.

Pero, presenta un incordio: no puede “echarse la culpa” del desastre económico, con lo cual, tiene vedado el “sincerar la economía” (con “la realidad” consiguiendo “de prepo” los equilibrios macroeconómicos) en el lapso transicional.

En su lugar, tal cual fuera señalado en “Hora de Balance” – Parte IV (BAE Negocios, 17/07/2023), tendrá que “empalmar” ambos períodos, proceso extremadamente complejo si observamos la agudización de los desbalances heredados en lo correspondiente a las Finanzas Públicas, alcanzando un Déficit Fiscal Total (DFT) que orilla (medido en proporción al PBI del mes de junio del corriente año) el 21,8%.

Ahora bien…

 

¿Cómo se encuentra el Sector Externo?

 

El saldo de la balanza comercial presenta un nivel sensiblemente inferior al alcanzado en igual período de los años previos, culminando la reducción tendencial experimentada en el último lustro con un sorprendente resultado negativo para el mes de junio, de U$S 1.727 millones -M-, y un déficit acumulado de U$S 4.388 M al término del semestre.

En esta línea, las exportaciones resultan inferiores a las de los dos años previos, con un acumulado semestral de U$S 33.509 M, mientras que las Importaciones totalizan los U$S 37.897 M.

Los incorrectos incentivos generados (sequía mediante) son, entre otros, los responsables de esta situación, ya que, como fuera mencionado en “Palabras más, palabras menos” (BAE Negocios, 18/09/2022), se trataron de “parches” del carácter: “pan para hoy, hambre para mañana”, y el “mañana” se acentúa.

La conclusión resulta evidente…

 

No supieron, no quisieron, no pudieron  

La economía funciona como un sistema de vasos comunicantes, de tal modo que lo que ocurre en cualquier sector, interactúa por múltiples canales con el resto.

Por lo tanto, con las medidas adoptadas ocurre lo mismo: aquellas pensadas para determinados aspectos de la economía trasladarán sus resultados y afectarán las decisiones tomadas.

El gobierno, en su proceder, ignoró estas cuestiones elementales, fracasando así en sus objetivos y agravando problemas que, originalmente, buscaba paliar.

Naturalmente, el Sector Externo (SE) no fue la excepción: los tipos de cambio diferenciales para distintas producciones (el denominado “Dólar Soja” en sus sucesivas versiones) tuvieron el objetivo de impulsar la exportación de determinados productos y su derivados para que, a través de la “desacumulación” de existencias, se generase un superávit comercial a fin de robustecer las reservas del Banco Central de la República Argentina -BCRA-.

Sin embargo, el otorgamiento de este privilegio excepcional, para ramas de alta productividad, alimentó la suposición de un profundo desequilibrio externo y de un evidente atraso en la cotización del tipo de cambio oficial.

A su vez, los pesos creados a partir de la liquidación de las ventas ut supra mencionadas, alimentaron la inflación e impulsaron al alza los “dólares alternativos”.

En igual dirección, las medidas adoptadas para enfrentar los desequilibrios del SE (mayores restricciones a la compra de divisas, incluso para la importación de bienes y servicios) no lograron sus objetivos y profundizaron las dificultades.

En síntesis, medidas parciales, con poco o nulo fundamento, no sólo fracasaron en el objetivo de equilibrar la balanza comercial, sino que, por sus efectos directos e indirectos, agudizaron aún más la crisis.

El resultado no es sorprendente, sino la consecuencia de la pésima adecuación y sincronización del “herramental” llevado a la práctica, encrucijada de la cual el actual equipo económico no ha logrado salir.

Contrario sensu, tal cual fuera desarrollado en “Bases para un...” – Parte I (BAE Negocios, 01/05/2022) y Parte II (BAE Negocios, 08/05/2022), lo que la Patria demanda es la instrumentación de correctos programas virtuosamente entrelazados (tipificando el Plan Económico), que sumado a la mancomunión de toda la dirigencia empresarial, sindical, religiosa, política y social, permita la concreción de un Magno Acuerdo Social, que sirva como continente del Segundo Congreso de la Productividad y el Bienestar Socialii, brindando la posibilidad de implementar un Modelo de Desarrollo Económico, Permanente y Sustentable (MoDEPyS), orientado a la producción.

Lic. Guillermo Moreno

Lic. Pablo Challú

Lic. Walter Romero

Agradecemos la colaboración de Marcos von Ifflinger

 

 

1-  Afirmación realizada por el Lic. Carlos Alberto Melconian.

 

2-  Hacia la de cada del '50, del siglo pasado, el aparato productivo argentino observaba una acelerada pérdida de competitividad respecto de otros relevantes. Adicionalmente, una disminución de la producción agropecuaria afectaba el Saldo de la Balanza Comercial.

En este marco, el gobierno de entonces convoco (en 1954) al Primer Congreso Nacional de la Productividad y el Bienestar Social, que concluyo en el documento "Acuerdo Nacional de la Productividad".

 

 

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