Las estimaciones de las principales consultoras en materia de inflación para febrero muestran diferencias significativas que superan el punto porcentual, en las que se anticipan niveles inferiores y superiores al 2,2% de enero, por la incidencia de varios factores.

La suba en el precio de la carne que comenzó a evidenciarse en la última mitad de enero y se extendió hasta la primera semana de febrero es el principal impulsor de una posible alza en el índice de precios que dará a conocer el 14 de marzo el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Pero en sentido contrario se anotan como presión bajista la implantación a partir de febrero del crawling peg del 1% en el nivel de devaluación mensual dispuesto por el Banco Central, la baja de algunos precios de productos e insumos importados que ya no tributan el impuesto PAIS y el menor ajuste en las tarifas de los servicios públicos.

 

Para todos los gustos

 

De la tensión entre los factores que impulsarían alzas y bajas, surgieron estimaciones de una inflación para este mes que podría ubicarse entre 1,5% y 2,7%, un rango tan amplio que podría representar tanto el índice de precios al consumidor más bajo en más de siete años como una vuelta a los niveles de diciembre del año pasado.

El cálculo más alto estuvo a cargo de EcoGo, la consultora dirigida por Marina Dal Poggetto, que adelantó que “la inflación de febrero se ubicaría en 2,7% mensual”, aunque advirtió que “el dato es todavía preliminar y está sujeto a modificaciones”, en tanto la suba en Alimentos y bebidas llegaría al 3,5%.

“A pesar de la decisión de sostener los aumentos de tarifas por debajo de la inflación (1% agua, 1,6% gas, 1,5% electricidad y combustibles), el aumento en el precio de las carnes registrado en la última semana de enero y la primera de febrero, traccionó los alimentos al alza, impulsando al indicador que se ubicaría por encima de lo registrado en enero”, señaló.

Esa suba de la carne se revirtió en la segunda semana de febrero, según el relevamiento de LCG, que registró para ese rubro una baja del 0,6% que, sin embargo, no impidió que el producto sea el principal aumento entre los alimentos de las últimas cuatro semanas, con el 3,5% y una incidencia de 1,07 punto porcentual en el nivel general.

 

 

El peso del crawling peg

 

“Febrero se presenta con aumentos por encima de los esperados inicialmente. La suba significativa en carnes tracciona a la inflación de alimentos y termina moderando los efectos del refuerzo del ancla cambiaria que representa la decisión de recortar el crawling del 2% al 1% mensual”, precisó la entidad dirigida por Javier Okseniuk.

LCG añadió que “con la creciente percepción de atraso cambiario, la reducción del crawling podría terminar perdiendo eficacia, toda vez que aumentan las expectativas de devaluación”.

“Por lo pronto, las proyecciones de inflación del REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) para los próximos meses fueron corregidas marginalmente a la baja en enero y todavía se ubican por encima del 2% mensual hasta marzo”.

Aunque aún no dieron a conocer proyecciones, desde Analytica adelantaron a BAE Negocios que prevén para este mes “una inflación similar a la de enero”, ya que a pesar de los intentos por reducirla por parte del Gobierno “se aceleró en los primeros días del mes el precio en alimentos y bebidas motorizado por la carne y sus derivados”.

 

Siempre la carne

Para C&T, la consultora dirigida por María Castiglioni y Camilo Tiscornia, los datos del relevamiento para el Gran Buenos Aires en lo que va de febrero “muestran un impacto fuerte de la carne en la primera semana del mes, continuando el alza que arrancó a mediados de enero, pero una baja en la semana en curso”.

“Junto con la moderación de los componentes ligados al turismo y en los servicios públicos, y el menor ritmo de suba del tipo de cambio oficial (1% mensual en lugar de 2%), la inflación de febrero podría bajar de 2% mensual y acercarse al 1,5%”, pronosticó.

 

“Con un 1 al inicio”

 

El economista de la Fundación Libertad y Progreso, Eugenio Marí, consideró una serie de variantes que “nos pone en camino a registrar en febrero una inflación aún menor (a la de enero) e incluso con un 1% al inicio”.

“Enero fue el último mes de vigencia del Crawling Peg al 2% mensual y al analizar el desagregado del IPC, observamos que los bienes ya habían convergido a ese ritmo”, destacó.

Marí indicó que en enero “el rubro de bienes dentro del índice de precios creció 1,5% mensual, e incluso algunos rubros mostraron caídas, especialmente los vinculados a los bienes importados, que habían aumentado por encima del tipo de cambio durante 2024”.

“Además, la decisión del Gobierno de reducir el Crawling Peg contribuye a desacelerar la dinámica de precios de los bienes transables”, acotó, para finalizar advirtiendo que “el Banco Central deberá calibrar la cantidad de dinero en circulación para que la caída estacional de la demanda de pesos no repercuta en el proceso de desinflación”.