El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó en una entrevista con la agencia internacional EFE que deja una Colombia sin guerra, pues durante su gestión logró acabar con "la guerrilla más vieja y poderosa del continente" americano.

En el artículo publicado ayer, el mandatario colombiano se congratuló de haber salvado "miles de vidas", sin embargo, sus declaraciones se dan en un momento en el que en Colombia cada día aumentan las cifras de asesinatos de líderes sociales.

Al hacer referencia al proceso de paz, Santos lo describe como un proceso "difícil, tortuoso, lleno de dificultades, de enemigos, muy costoso políticamente, pero que bien valió la pena", pues Colombia vive el año "más tranquilo en décadas".

Pero un informe del Instituto de Estudios sobre la Paz y el Desarrollo (Indepaz) señala todo lo contrario e indica que la situación de violencia en territorio colombiano ha aumentado tras la firma de los Acuerdos de Paz.

Según Indepaz, la situación de los defensores de derechos humanos en la nación suramericana ha empeorado. Las cifras arrojan que en lo que va de año, 124 líderes sociales y defensores de derechos humanos han sido asesinados.

Indepaz señala que desde diciembre de 2016, 295 defensores de derechos humanos han sido asesinados en el país, aproximadamente un asesinato cada cuatro días.