El lunes, informe de Economía

Julio retomó el superávit devengado, pero no compensó el déficit de junio

Como anticipo del resultado fiscal de la etapa pagada que dará a conocer Hacienda el lunes 18 de agosto, el devengado de julio arrojó una mejora financiera de $2,2 billones

mebatiz

La inminente difusión del resultado fiscal de julio por parte del Ministerio de Economía abre un interrogante por la abultada diferencia entre lo devengado y lo pagado en junio, que deja un resto a compensar reflejado en una deuda flotante de más de $3,8 billones.

El Palacio de Hacienda tiene previsto dar a conocer el habitual informe mensual con el resultado primario y financiero este lunes 18 de agosto y, como también suele ocurrir, ya se cuenta a modo de anticipo con el informe devengado por parte de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) y la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).

Esos informes dieron cuenta de un resultado fiscal devengado de la Administración Pública Nacional (APN) que el mes pasado arrojó un superávit primario de $2.973.374 millones que, al computarse intereses por $757.836 millones, derivó en uno financiero de $2.215.538 millones.

 

El resultado fiscal devengado de julio y acumulado de 2025 
Devengado y pagado

 

Esos guarismos no implican necesariamente un resultado similar al que reportará este lunes Economía, por las diferencias entre la etapa devengada (empleada por la OPC y la ASAP) y la pagada.

 

Esa brecha quedó en evidencia al contrastar los resultados de junio: el Palacio de Hacienda informó un superávit primario de $790.532,9 millones y financiero de $551.234,2 millones en la etapa pagada, pero en la devengada hubo déficits de $1.019.024 millones y $2.743.781 millones, respectivamente.

De esa forma, la diferencia entre lo devengado y lo pagado en junio fue de $1.809.556,9 millones en el resultado primario y de $3.295.015,2 millones en el financiero, lo que derivó en un aumento de la deuda flotante del 208,9% en un mes, al pasar de $1.255.087 millones en mayo al nivel récord de $3.876.629 millones en junio.

 

Deuda flotante

 

La deuda flotante surge de la diferencia entre lo devengado y lo pagado, algo recurrente en todas las administraciones públicas del planeta, siempre que se circunscriba a márgenes acotados.

 

Por lo general, se compone de compromisos registrados en un mes y ejecutados en otro (por ejemplo, haberes de junio que se pagan en julio), pero también de la postergación en el pago de una serie de obligaciones, como contratos con proveedores, transferencias a provincias y universidades, subsidios, entre otros.

Los meses en los que queda en evidencia el mayor contraste entre lo pagado y lo devengado son enero, junio, julio y diciembre, por el impacto de las dos cuotas del aguinaldo al personal de la administración pública, pero especialmente a jubilados y pensionados.

 

 La deuda flotante se triplicó de mayo a junio
Cómo se compensará

 

En esa instancia se encuentra el Ministerio de Economía, luego de la abultada brecha señalada que quedó de junio y triplicó la deuda flotante en apenas 30 días.

Esa deuda, próxima a tocar los 4 billones de pesos, deberá ser reducida paulatinamente en julio y los meses venideros, por lo que es de esperar que julio cierre con un resultado pagado deficitario o, en todo caso, un superávit notoriamente inferior al devengado anunciado por la OPC y la ASAP.

 

El acumulado, sin problemas

 

Al margen de las diferencias entre junio y julio, el acumulado en los primeros siete meses aporta tranquilidad en las filas oficiales, con un superávit financiero de $3.852.130 millones y uno primario de $9.701.439 millones. Si a esos resultados se les incorpora los $11.976.387 millones de utilidades transferidas en abril por el Banco Central al Tesoro, los montos trepan respectivamente a $15.828.516 millones y $21.677.826 millones.

Entre enero y julio de 2025, el resultado financiero fue equivalente al 4,7% de los recursos totales de la APN, medio punto porcentual menos que en el mismo período de 2024, sin incluir las utilidades del Banco Central.

Sin embargo, si se compara esta situación con la que rigió en los primeros siete meses de 2023, cuando el déficit representó el 31,3% de los ingresos totales, “se toma dimensión del cambio estructural de las cuentas públicas nacionales”, resaltó ASAP.

 

Con Lecaps, déficit

 

No obstante, la entidad también advirtió sobre un fenómeno destacado por diferentes economistas, como es la no inclusión de los intereses capitalizables correspondientes a las Lecaps, los Boncaps y las LEFIs.

“Si esos instrumentos tuvieran el esquema más convencional (intereses que se pagan y registran durante el plazo en que está vigente la deuda), el Resultado Financiero sería menor”, remarcó, en alusión a lo que muchos señalan como un déficit no reconocido.

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