La discusión sobre qué rol adoptará Juntos por el Cambio ante el balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei empezó el mismo domingo a la noche, apenas se supo que Patricia Bullrich quedó tercera. Como un adelanto de la discusión que se aproxima, desde el radicalismo dejaron en claro que no están dispuestos a apoyar al candidato de La Libertad Avanza. El mensaje fue para Mauricio Macri, pero también para la ex ministra de Seguridad, que se apuró a criticar con ahínco al peronismo, dejando la puerta abierta para una alianza con los libertarios.

Gerardo Morales fue uno de los primeros que se ofendió al escuchar a Bullrich. "Nunca vamos a ser cómplices del populismo ni las mafias que destruyeron este país", dijo la dirigenta de PRO. Y continuó: "No soy yo la que va a felicitar a que vuelva al poder quien ha sido parte del peor gobierno de la historia argentina". Sin vacilar, el titular de la UCR se bajó del escenario del búnker de Parque Norte. Ese tramo del discurso no había sido acordado, al menos no con los radicales. Martín Lousteau también se molestó y lo hizo saber. 

El gobernador de Jujuy apuntó directo contra Macri, convencido de que es quien le recomendó a Bullrich bajar esa línea. Del lado de la ex presidenta de PRO lo niegan y remarcan que "si hay alguien enojado con Mauricio es Patricia". "La hizo perder la elección. Él es el responsable de la derrota", dijo a BAE Negocios uno de sus colaboradores. 

Desde los distintos sectores de la coalición opositora admiten que la reconfiguración de Juntos por el Cambio -incluso el desmembramiento- es inevitable tras el naufragio electoral. En las últimas horas, las diferencias que había se profundizaron. La dirigencia de la UCR, la Coalición Cívica, el larretismo y parte del bullrichismo no deja pasar oportunidad alguna para expresar su bronca hacia Macri, a quien no reconoce como su conductor desde que dejó la presidencia. Lo hacen en cada charla o intercambio, con la derrota de Horacio Rodríguez Larreta en las PASO y ahora con la de Bullrich.

Antes de los comicios generales, Morales, Lousteau y Emiliano Yacobitti plantearon a sus socios que no había chances de cerrar un acuerdo con Milei. Del lado de PRO les reprocharon su acercamiento a Massa, dentro y fuera del Congreso. Uno de los principales asesores económicos de Bullrich, que además tiene diálogo con Macri, aseguró a este diario que ese sector del radicalismo hace tiempo "está negociando ser parte del gobierno de unidad" que propone el candidato a presidente de Unión por la Patria. 

Ni con Massa, ni con Milei. Esa es la postura mayoritaria hasta ahora en la alianza opositora. En los próximos días, cada partido debatirá puertas adentro qué camino prefiere tomar y recién ahí se discutirá en la Mesa Nacional. 

Los apoyos no necesariamente serán explícitos. Tampoco las negociaciones, muchas de las cuales son subterráneas y no tienen como objetivo alcanzar grandes acuerdos partidarios. Milei da a entender cada vez que puede que está en conversaciones con Macri, pero el ex mandatario lo desmiente. En Juntos por el Cambio dan por descartado que esa sociedad existe hace tiempo.  

¿Hasta qué punto Bullrich está dispuesta a perdonar a Milei por los reiterados agravios? Eso se preguntan en la UCR pero también en PRO. Dos de los principales integrantes del equipo de la ex ministra aseguraron que la ex ministra no se volcará a favor de ninguno de los candidatos, pero aclararon que eso no significa que ella siga denunciando "la corrupción kirchnerista", de la que habló casi toda la campaña.  La salida más elegante que manejan es dar libertad de acción a los votantes, aún cuando varios reconocen que el elector está poco atado a lo que digan los dirigentes políticos al momento de la votación, en especial en un balotaje que les es ajeno.