Kristalina Georgieva seguirá por un nuevo período al frente del FMI
La economista búlgara de 70 años, y única candidata para el puesto, recibió el apoyo "por consenso" del Directorio Ejecutivo del organismo multilateral
La actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, fue reelegida "por consenso" para un segundo mandato de cinco años al frente del organismo multilateral de crédito, a partir del 1 de octubre de 2024.
Según informó el propio FMI en un comunicado, Georgieva, que era la única candidata a ocupar el puesto, fue confirmada tras varias conversaciones con el Directorio Ejecutivo del Fondo.
El texto del organismo remarcó el "liderazgo fuerte y ágil" de la economista búlgara durante el actual mandato, destacando su "respuesta sin precedentes" a las "importantes crisis globales", la introducción de "nuevos e innovadores mecanismos de financiación" o "la capacidad para movilizar préstamos concesionales a sus miembros más pobres".
Agregan las autoridades del FMI que "de cara al futuro, la junta acoge con agrado el énfasis constante de la señora Georgieva en cuestiones de estabilidad macroeconómica y financiera, al mismo tiempo que garantiza que el Fondo continúe adaptándose y evolucionando para satisfacer las necesidades de todos sus miembros. Reconoce su enfoque en fortalecer el apoyo del Fondo a sus miembros a través de asesoramiento político efectivo, desarrollo de capacidades y financiamiento".
Desafíos
Georgieva, quien fue anteriormente vicepresidenta de la Comisión Europea (CE) y comisaria europea de Programación Financiera y Presupuestos en la Comisión Juncker entre 2014 y 2016, había recibido el apoyo explícito y público de Alemania, España y Francia, así como de la Unión Europea (UE), para continuar al frente de la institución.
El actual mandato como directora gerente del FMI de la política y economista búlgara, de 70 años, finalizará en septiembre próximo tras cinco años en los que debió pilotear a la institución con sede en Washington en medio de la pandemia de Covid-19 y una creciente fragmentación comercial y geopolítica global.