La CGT expresó su posición ante lo que el Gobierno presenta como tónica y pauta salarial del año. Siempre en virtud de su esquema antiinflacionario en la Casa Rosada no baraja porcentajes sino que grafican esa expectativa en punto muerto. Para el cosecretario de Azopardo Octavio Argüello (Camioneros) la central obrera no aceptará ese esquema e incluso consideró que puedan decretarse medidas de fuerza. "La inflación no es cero" le dijo a Radio El Destape el triunviro que reemplazó a Pablo Moyano.En referencia histórica precisó que "en otro momento ya quisieron congelar los salarios y eso no es bueno porque ya sabemos los resultados finales. Vamos a seguir discutiendo paritarias", aseveró.De potenciar el gobierno su tesitura estimó que habrá conflictividad social y dijo "siempre está latente la posibilidad de una medida de fuerza. Si no hay respuesta tendremos que ir al conflicto".Pero sobre el mismo punto el sindicalista se ocupó de acotar que "el conflicto por sí mismo no tiene mucho sentido, tiene que haber un paro y un plan de lucha, lo estamos pensando".

La central obrera le decretó a la gestión libertaria dos huelgas generales, antes de cumplir los seis meses de gobierno. Sin perjuicio de ese récord, vale acotar que el debate interno cegetista cerró el año pasado sin pronóstico de medidas de fuerza y con la salida de Pablo Moyano, quien promovía acciones directas para ir más allá de un "diálogo social sin resultado alguno".Lo dijo el camionero antes de dejar de ser triunviro, un adiós que tuvo su prólogo con Mario "Paco" Manrique (Smata) embistiendo con la vocación dialoguista de la mesa chica de Azopardo.En el repaso a las últimas posturas públicas de la CGT las mismas tuvieron eje en la cuestión social, los derechos humanos como el caso de la labor de las Abuelas de Plaza de Mayo consagrando la recuperación de nietos y nietas y hasta el valor de la investigación de los científicos argentinos.Una fuente de Azopardo le describió a este diario su punto de lectura sobre el "humor de los laburantes" como eligió definir y le agregó datos duros. "Fíjese que hay encuestas que dicen que el gobierno y el actual presidente mantienen un 50% de imagen positiva. Bueno, en esa franja poblacional hay trabajadores argentinos".Otra visión del rol sindical en la era libertaria lo ofreció el abogado laboralista y docente universitario Luis Roa a la hora de considerar un plano que incluye la negociación colectiva y los convenios de labor bajo el gobierno de Javier Milei. "Mientras discutimos si el lugar de trabajo sigue siendo escenario de disputa o si el sindicalismo es un sujeto histórico, las patronales lo tienen mucho más claro que nosotros", graficó sobre el perfil que incluye reforma laboral y flexibilización.La gama de paritarias que no sólo incluyen la mejora salarial, como los siderúrgicos, ferroviarios, neumáticos y otros gremios, y donde se plantearon modificaciones a los convenios de trabajo en la misma mesa de puja salarial, ofrecen algo más que una postal de época.