La OIT reclamó respeto a los derechos y políticas humanitarias
Instó a aprovechar los cambios tecnológicos
En el año de su centenario, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) convocó a revitalizar el contrato social en pos de la protección de los trabajadores del futuro. La consigna, de acuerdo a los integrantes de organizaciones sindicales se ajusta no solo a lo que vendrá sino con urgencia al presente de naciones como nuestro país y la región.
En este contexto, y con un mercado laboral donde el 60% de los trabajadores del mundo ejercen empleo informal, la organización mundial reclamó "aprovechar las posibilidades que brindan estas transformaciones profundas para crear un futuro más prometedor". Guy Ryder, director general de la OIT, consideró que el paper presentado apunta a consagrarse como un "catalizador no sólo reflexivo, sino para la acción". La cita no es casual, el avance de las "nuevas formas de labor" viene acuñada con maquetas de precarización, mentadas por flexibilizaciones y reformas de hecho o por vía legislativa. La OIT, en un extenso desarrollo, propuso: aumentar la inversión para desarrollo de las capacidades de las personas, apoyo en las transiciones laborales, agenda transformadora, igualdad de género y protección social, entre sus tópicos concretos. También se asoma a la interacción de empleadores, sindicatos y gobiernos para revitalizar la presentación colectiva, desarrollo de tecnología sin excepción del trabajo decente, transformar las economías, reorientar incentivos, desarrollo de modelo empresario y económico con eje en las personas en concepción social.
Medio ambiente
Difundido por la OIT junto a los gobiernos de Suecia y Sudáfrica, el texto también se consagró en cuanto al medio ambiente/economías ecológicas y asumir retos como la lucha contra el cambio climático. "Lo cual puede generar hasta 24 millones de puestos de trabajo globales, contra los 6 millones que se perderían al eliminar emanaciones de carbono", remarcó el análisis elaborado por la OIT.
Tuvo realce también el capítulo tecnológico en cuanto a que la dinámica de la inteligencia artificial podrá generar empleos casi exclusivamente para máquinas, ante lo que la OIT reclamó adoptar medidas para que esa tecnología esté siempre "bajo control humano". "Las decisiones definitivas que afecten el trabajo deben ser tomadas por seres humanos y no por algoritmos" definió Ryder en el documento al que BAE Negocios tuvo acceso y ahí sostuvo que "no se trata de optar ente nosotros o los robots", sino de establecer y acordar políticas razonables en el sentido de desarrollo y valoración integral de las personas.
En el informe se plantea establecer la Garantía Laboral Universal, con la que todos los trabajadores del mundo disfruten de los mismos derechos fundamentales: un sueldo adecuado y límites máximos de horas de trabajo.
Entre los planteos se consideró también la "vorágine" que transforma en anticuadas una amplia gama de labores lo cual exige ampliar "el derecho a un aprendizaje a lo largo de toda la vida", léase una formación permanente que cuente con financiación adecuada.