El Gobierno oficializó la rebaja de las alícuotas de los derechos de exportación de granos y carnes que había anunciado el presidente Javier Milei y se espera un impacto positivo en la producción y las exportaciones del sector en el mediano plazo.

Los nuevos valores porcentuales de las retenciones están detallados en el anexo del decreto 526/2025, publicado este jueves en el Boletín Oficial, y entran en vigencia a partir del 1° de agosto, día en que se prevé que la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) den a conocer el monto de las liquidaciones de divisas de julio. Fuentes del mercado agroexportador anticiparon que será el más alto para ese mes en los últimos 20 años

 

Cómo quedan las retenciones

 

Tal como señalara Milei en su discurso de inauguración de la 137° Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional, las retenciones del poroto de soja bajarán del 33% al 26%; las de los derivados de esa oleaginosa del 31% al 24,5%; las del maíz y sorgo del 12% al 9,5%, las del girasol del 7,5% al 5,5% y las de las carnes aviar y vacuna del 6,75% al 5%.

El trigo y la cebada no están incluidos en esta medida ya que sus alícuotas quedaron sin modificar respecto de la rebaja transitoria establecida en el decreto 38/2025, del 9,5%.

Esos recortes implicarán una mejora en los ingresos efectivos de los exportadores que van del 1,88% en el caso de las carnes al 10,45% en el de la soja sin procesar, lo que redundará en un mayor aporte tecnológico que, a su vez, incidirá en aumentos en la producción y la exportación de los granos, según las proyecciones de la Gerencia de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

“El ritmo de la adopción tecnológica crece en función del nivel de reducción de los derechos de exportación”, indicó al respecto la entidad, en un análisis que concluyó que "en el mediano plazo, la tecnología mejoralos rendimientos".

 

Las proyecciones de producción

 

La Bolsa trazó dos escenarios de estimaciones de producción hasta la campaña 2028/29, comparando las proyecciones con las rebajas de retenciones y sin su aplicación. 

Para el período 2025/26, la producción base de cereales y oleaginosas sería de 142,6 millones de toneladas con la estructura de derechos de exportación vigente hasta hoy y de 144 millones con el nuevo esquema.

Para el tramo 2026/27, las respectivas proyecciones serían de 143,7 millones  y 146,9 millones; para la 2027/28  de 145,5 millones y 151,6 millones y, por último, en la campaña 2028/29 la producción con los actuales niveles de retenciones sería de 147,6 millones de toneladas y con la disminución de los derechos de 155,1 millones.De esta manera, el diferencial acumulado en las cuatro campañas futuras ascendería a 18,2 millones de toneladas.

 

Qué pasará con las exportaciones

 

Las mejoras en los niveles de producción tendrán un reflejo directo en las exportaciones y, de esa forma, en el ingreso de divisas, en una proyección que, en caso de cumplirse, más que compensará el costo fiscal de la rebaja de las retenciones.

“Todos los años muestran impacto positivo en valor exportado”, destacó la Gerencia de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales porteña que, al igual que con la producción, realizó las proyecciones sobre la evolución de las ventas externas para las próximas campañas agrícolas.

 

Las exportaciones del sector en la campaña 2025/26 serían de USD 32.271 millones con el esquema de retenciones derogado y de USD 33.230 millones a partir de la rebaja de las alícuotas, con una brecha de USD 959 millones que se prevé ampliar en los períodos siguientes.

Así, las proyecciones para la campaña 2026/27 indican exportaciones por USD 32.720 millones y USD 34.233 millones, respectivamente; para la campaña 2027/28 de USD 33.049 millones y USD 35.318 millones y para la campaña 2028/29 de USD 33.454 millones y USD 36.150 millones.

En consecuencia, el diferencial de exportaciones acumulado en las cuatro campañas sería de USD 7.427 millones.

“Condiciones favorables”

 

En los considerandos del decreto, el Gobierno fundamentó la medida en que considera necesario “continuar creando condiciones favorables para la producción y el comercio exterior, para fortalecer la estabilidad macroeconómica y potenciar el desarrollo del sector productivo en cada región del país, brindando certezas a los productores, elaboradores y exportadores de las distintas cadenas de valor”.

En ese sentido, destacó que “el sector agroindustrial constituye una de las principales fuentes de generación de divisas, de desarrollo regional y de empleo, generando exportaciones por cerca de USD 48 mil millones anuales, aportando las cadenas de granos y carnes el 75% de ese valor”.

“Resulta necesario continuar fortaleciendo el impulso exportador del sector agroindustrial con medidas en materia de simplificación, desburocratización, reducción de trámites, facilitación del comercio, apertura de nuevos mercados y disminución de impuestos distorsivos”, agregó, para remarcar que entiende que las retenciones son “un impuesto distorsivo que debe eliminarse y que, en la medida en que lo permita el superávit fiscal, se irán reduciendo hasta su desaparición”.