En un escenario inédito en la Ciudad, el oficialismo y la oposición decidieron nacionalizar los comicios porteños del 18 de mayo. Cada una de las fuerzas políticas apuesta a poner candidatos fuertes al frente de las listas, a fin de posicionarse lo menjor posible en una competencia que funcionará como vidriera para la disputa nacional que se realizará más adelante.

El alto nivel de atomización que asoma es apenas una de las razones por las que los diferentes espacios resolvieron elegir dirigentes de renombre para encabezar la boleta en el territorio porteño. El peronismo fue uno de los primeros partidos en anunciar quién será su candidato. El elegido fue Leandro Santoro, luego de que los diferentes sectores del PJ lograron llegar a una síntesis, aunque quedó afuera el Movimiento Evita, que llevará como postulante a Juan Manuel Abal Medina.

Por primera vez desde que gobierna el PRO, el peronismo tiene por delante un panorama sumamente alentador. No sólo consiguió cerrar una lista de unidad, sino que además sus históricos adversarios macristas irán separados de sus aliados de La Libertad Avanza, lo que implicará que se dividirá el voto del partido amarillo. A eso se suma que los peronistas porteños podrán moverse con mayor autonomía en cuanto a la estrategia electoral, ya que los comicios de la Ciudad se realizarán en una fecha diferente a los nacionales.

El principal desafío de Santoro será retener o cautivar al votante de "centro" que otros candidatos, como Horacio Rodríguez Larreta o Martín Lousteau, buscarán interpelar.

El ex jefe de Gobierno coqueteó con la posibilidad de postularse para diputado o senador nacional, pero al final se inclinó por dar la pelea local. Algo parecido podría suceder con Lousteau, que todavía no termina de definir si se presentará, aunque por ahora es la alternativa que está más en firme dentro del radicalismo.

La gran incógnita es quiénes serán los postulantes de las dos fuerzas políticas que competirán por el mismo electorado. En el PRO, tenían pensado anunciar los nombres este viernes, un día antes de que venza el plazo para la presentación de candidatos, pero ahora quieren esperar hasta conocer quiénes serán los elegidos de los libertarios.

El ministro de Salud, Fernán Quirós, y la diputada nacional María Eugenia Vidal -que está a cargo de la campaña del PRO- son los dos dirigentes que podrían representar al macrismo, según sostienen en la sede de Uspallata. Sin embargo, ninguno tiene demasiado entusiasmo por ocupar ese lugar.

Mauricio Macri se involucrará en las recorridas proselitistas, pero no está dispuesto a ser candidato. La idea es explotar al máximo el sello del partido, en referencia a los 17 años de gestión, y proponer un postulante fácilmente identificable con el PRO.

Los libertarios están ante una encrucijada: los candidatos que barajan son dos de los funcionarios que más aprecia Javier Milei, por lo que no quiere que dejen sus cargos.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, tiene casi todos los atributos que buscan en la Casa Rosada: un alto nivel de conocimiento y responde directo a Karina Milei. La otra posible candidata es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, pero no quiere saber nada con competir en la Ciudad.

"Nadie le ofreció nada a Patricia. Tampoco está interesada en ser candidata a legisladora porteña", dijeron cerca de la titular de la cartera de Seguridad.

En el oficialismo nacional sostienen que todavía hay tiempo para definir las candidaturas. La hermana del presidente terminará de analizar el asunto, junto a la legisladora porteña María Pilar Ramírez, y todo indica que recién harán el anuncio el mismo sábado próximo.