La experiencia como mercancía: París prueba suerte en el cementerio del shopping estadounidense
Una marca europea desembarca en Wall Street y propone un shopping que se recorre como museo. Agenda de alta gama, con champagne, arte y tratamientos exprés
Un nuevo experimento comercial desembarcó en el corazón financiero de Nueva York con una apuesta que busca redefinir los límites entre consumo, ocio y cultura. En lugar de grandes pasillos blancos, luces frías y liquidaciones permanentes, el espacio propone una inmersión sensorial: pisos de mármol y parquet, vitrinas con arte, barras de champagne y estaciones de spa.
La iniciativa fue desarrollada por Printemps, la histórica tienda por departamentos fundada en París en 1865. Con una campaña que evita incluso definirse como “tienda”, el nuevo local abrió sus puertas en el edificio 1 Wall Street, a cinco minutos de la Bolsa de Nueva York, en una zona donde otras experiencias similares fracasaron en los últimos años.
El modelo, inspirado en el estilo europeo, combina indumentaria, gastronomía, diseño y bienestar. El espacio incluye un café ambientado bajo una carpa circense verde y blanca, tres restaurantes, un bar de champagne y áreas de tratamientos express con sillas para masajes y mini faciales. Exhibiciones rotativas, objetos de archivo de alta costura y productos de marcas francesas —algunas no disponibles en ningún otro punto de venta en EEUU— completan la escena.
"Los franceses tienen buen gusto, saben qué es lo bello", dijo el CEO global de Printemps, Jean-Marc Bellaiche, durante la apertura. Aun así, reconoció que el diferencial local puede estar en el trato: "Los estadounidenses son mejores cuando se trata de decir 'bienvenido'. Son más cálidos. Los franceses son un poco distantes".
La apuesta llega en un contexto crítico para el formato tradicional de tiendas por departamentos en Estados Unidos. Macy’s anunció el cierre de 150 locales para 2027. Neiman Marcus fue absorbida por el holding de Saks Fifth Avenue. Barneys cerró en 2020. En esa misma zona de Manhattan, Saks Fifth Avenue y el concepto milanés 10 Corso Como no lograron sostener sus operaciones más allá de dos años.
El nuevo espacio busca revertir esa racha. Se presenta como un recorrido de dos pisos que remite más a una residencia parisina que a un shopping suburbano. La iluminación tenue, los pasillos laberínticos y los detalles ornamentales apuntan a generar una experiencia que invite a permanecer. “Tiene una cualidad de museo”, definió la actriz Katie Holmes durante el evento de inauguración. “Es más entretenido que otra cosa”.
Esa noción de entretenimiento parece ser el eje conceptual. “No tiene las luces de neón que te recuerdan que estás ahí para comprar”, dijo Coco Baudelle, cineasta de Manhattan. “El lugar es cálido”, agregó.
La llegada de la marca francesa también reavivó el debate sobre el vacío que dejó Barneys y sobre la viabilidad de modelos híbridos entre cultura y consumo. Para algunos, el atractivo “exótico” de una marca extranjera con historia puede representar una ventaja. Para otros, el contexto económico sigue siendo el mayor escollo. “Estamos en una situación muy precaria. Parece que estamos al borde del abismo”, opinó el fotógrafo Hunter Abrams. “Quiero que funcione, pero quién sabe”, dijo.
Printemps ya opera 19 sucursales en Francia y otra en Doha, Qatar. Esta es su primera incursión en Estados Unidos. Su desembarco en una zona con múltiples fracasos recientes —y con alta densidad de oficinas, no de viviendas— se inscribe en una estrategia que prioriza el impacto visual, la diferenciación curatorial y el vínculo emocional antes que la transacción rápida.
En un país donde el modelo clásico del retail cede ante la venta online, la propuesta francesa plantea otra posibilidad: que lo que se venda no sea solo un producto, sino el tiempo, la belleza y la experiencia de recorrerlo.