La devaluación arrastró a la industria nacional. La actividad fabril cayó en diciembre un 5,4% y acumuló en el 2023 una contracción de 1,8%, según el Índice de Producción Industrial (IPI) publicado este martes por le Indec. El desplome durante el último mes del año coincidió con el salto del 118% en el dólar mayorista y con el incrementó de 10 puntos en el impuesto PAÍS para los productos importados que pasó del 7% al 17%. Además, la baja en la producción estuvo perjudicada por la sequía que impactó en todas las industrias que dependen del agro. En los próximos meses, la inflación y la baja en el consumo llevarán a la recesión en la actividad. 

El índice de la serie desestacionalizada mostró en diciembre 2023 una variación negativa de 5,4% respecto de noviembre, mientras que la caída fue del 12,8% en la comparación interanual, siendo el séptimo mes consecutivo de resultados negativos. El acumulado enero-diciembre del año pasado presentó una baja de 1,8% respecto de igual período de 2022, de la mano del impacto de la sequía.

 

 

El Gobierno decidió devaluar en un 54% el dólar importador. Este encarecimiento se trasladó a los precios que llevaron al IPC al 25,5% y a los costos empresarios para bienes transables al 54% en un mes. La inflación y la caída del podes adquisitivo repercutieron en el consumo, que en la previa a las elecciones había mantenido estable a la industria destinada al mercado interno. 

A pesar de no ser "la peor caída mensual de los últimos años", la consultora LCG señaló que "al acumular tres meses consecutivos en bajas de magnitud, actualmente la industria se encuentra en niveles similares a octubre 2020, en plena pandemia".

La consultora ACM destacó: "Las nuevas medidas implementadas con el cambio de gestión, plantean un escenario de reordenamiento de la industria en donde los sectores orientados al mercado doméstico, se verán afectados negativamente por la caída del poder adquisitivo de los salarios, entre otros factores". Sin embargo, aclaró que las fábricas con capacidad exportadora encontrarán una "mejora en su productividad".

En esa línea, LCG señaló que durante el año pasado "el funcionamiento y crecimiento de la industria estuvo limitado por la escasez de dólares que condicionó la operatoria a partir de la disponibilidad de insumos". "La dificultad para acceder a las importaciones atenta contra la capacidad de producción. Aunque este control sobre las importaciones sería eliminado en el corto plazo, un tipo de cambio elevado podría traer consecuencias parecidas a las de los controles cambiarios, especialmente en sectores con menor sesgo exportador. Otra amenaza para la industria podrá ser la apertura comercial que impulsa el Gobierno", explicó.

Hacia los próximos meses la recesión en un contexto de estanflación provocará una continuidad en la baja de la actividad. Para LCG, en el comienzo del 2024, la industria mantendrá "esta tendencia de caída mensual, con la posibilidad de que, si la economía logra comenzar un plan de estabilización, repuntará hacia el segundo semestre". "Aun así, en el promedio esperamos un nuevo año contractivo para la producción nacional", aseveró la consultora.

Los sector con mayores caídas 

Acorde al informe del Indec, 14 de las 16 divisiones de la industria manufacturera presentaron caídas interanuales. La mayor incidencia negativa estuvo en el segmento "maquinaria y equipo" con una baja interanual de 36,3% en diciembre debido a las "dificultades en el acceso a insumos importados por inconvenientes en el pago a los proveedores del exterior y a paradas de planta", detalló el Indec. Asimismo, reveló que en comparación con el mismo mes del año anterior, "se reflejaron menores pedidos en el sector por el impacto negativo de la sequía sobre la última campaña". 

En el apartado "alimentos y bebidas", se registró una disminución interanual de 7,8% en diciembre, arrastrado por el capítulo "molienda de oleaginosas", que mostró una disminución interanual de 23,3%, y acumuló en los 12 meses de 2023 una baja de 24,3% en comparación con el mismo período del año anterior. "Por efecto de la sequía que afectó la producción de soja en la última campaña agrícola, la cantidad de grano de soja ingresado a molienda durante diciembre experimentó una caída interanual de 27,6%", explicó el organismo. 

Si bien la condiciones climáticas pronosticaron una mejor performance del agro para 2024, la ola de calor de esta semana volvió a poner en jaque la cosecha gruesa al advertir que "la soja de primera está en el momento más sensible de definición con máximas de 38°C".