La inflación de alimentos es mayor a la esperada en noviembre y condiciona el levantamiento del cepo al dólar
El dato es una señal de alerta para el Gobierno, y más si se tiene en cuenta que aún no contempla los aumentos en los precios de la carne, que estuvieron en el torno al 12%
La inflación en alimentos durante el mes de noviembre habría oscilado entre el 2,3% y el 2,8%, lo que impulsaría el costo de vida total a un ajuste cercano al 3%, de acuerdo con los informes de diversas consultoras privadas.
Este dato representa una señal de alerta para el Gobierno, dado que el presidente Javier Milei condicionó el levantamiento del cepo cambiario a que la inflación se mantenga cerca del 2,5% durante dos meses consecutivos, para luego reducir el crawling peg al 1% y acelerar la eliminación de las restricciones cambiarias.
Sin embargo, las mediciones actuales aún no reflejan completamente el impacto del reciente aumento del 12% en los precios de la carne. A continuación, se resumen los datos proporcionados por las principales consultoras:
Consultora LCG:Durante la semana del 20 al 27 de noviembre, LCG reportó un aumento de solo 0,1% en los precios de los alimentos, lo que resultó en una inflación de 2,3% en términos interanuales. Este dato es relevante porque refleja una desaceleración respecto a la semana previa, cuando la inflación había sido de 1,5%. Entre los productos que más subieron se destacan:
Carne: +2,8% Aceites: +0,9% Panificados: +0,3% Consultora Eco Go:Eco Go reportó que los alimentos aumentaron un 0,5% en la cuarta semana de noviembre, lo que representó una desaceleración respecto a la semana anterior. A partir de este dato y considerando una proyección de incremento de 0,7% para la última semana del mes, la consultora estimó que la inflación en alimentos alcanzaría el 2,8% en noviembre.
En consecuencia, proyectó que la inflación total del mes se situaría en torno al 3,0%. Eco Go también destacó que, a pesar de la menor inflación en alimentos, los aumentos en los peajes y el boleto de colectivo en Córdoba contribuyeron a compensar la desaceleración de los precios de los alimentos.
Este panorama de inflación y sus implicancias para las políticas del gobierno se mantienen bajo observación, ya que las expectativas del mercado siguen siendo sensibles a cualquier cambio en los precios de los alimentos y otros bienes esenciales.