Durante su primer informe de gestión, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, recibió quejas por parte de la oposición dialoguista en Diputados por haberse ausentado de las negociaciones parlamentarias durante los últimos meses. "Usted venía de una relación exitosa con el Congreso, de repente es como que hubo un repliegue. Es importante que usted interactúe más", le reclamó, más precisamente, el diputado y jefe de bloque de Encuentro Federal, Miguel Ángel Pichetto.

Como contó BAE Negocios, después de los últimos reveses legislativos que recibió el Gobierno con el rechazo del DNU de los fondos reservados, la aprobación de la ley que aumentó la movilidad jubilatoria, la media sanción de la recomposición presupuestaria de las universidades y la pérdida de la presidencia de la Bicameral de Inteligencia, en Casa Rosada comenzaron a circular cuestionamientos en torno al rol del exministro del Interior.

Durante el tratamiento de la Ley Bases y el paquete fiscal, Francos actuó como una especie de "salvador" del Gobierno y se puso al hombro las negociaciones con los legislativos y los gobernadores. Tanto así que incluso en los desacuerdos más trabados, el ministro los resolvía en cuestión de minutos y a deshora. "Lo tienen como una figura negociadora que lo puede todo", reconocen de su entorno, "pero él no puede estar en todas", sujetaron las fuentes, en diálogo con BAE Negocios.

El reclamo fue expuesto en el recinto durante el 140° informe de gestión que encabeza, por primera vez, Francos como jefe de Gabinete. Lo resaltó Pichetto, jefe de un bloque de 16 bancas que fueron clave a la hora de aprobar el primer paquete de leyes de Javier Milei y que, desde que Mauricio Macri irrumpió en la agenda parlamentaria con las disputas en torno a Inteligencia -el DNU presupuestario y la Bicameral-, su intervención quedó más al margen.

Lo cierto es que los interlocutores del Ejecutivo, desde que se aprobó Bases, se redujeron al mínimo, y la oposición "dialoguista" quedó sin diálogo. El vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzabal Murphy, son los únicos que visitan los pasillos parlamentarios de vez en cuando, mas no lideraron ninguna estrategia para salvar las derrotas de Inteligencia: esas conversaciones se limitan a las visitas de Macri a la quinta de Olivos.

Por otro lado, destrabar Boleta Única en el Senado quedó a cargo del secretario del Interior, Lisandro Catalán, quien todavía no pudo juntar los 37 votos para aprobarlo y se encontró acorralado por la agenda opositora. Quien ahora quedó al mando para demostrar su muñeca política y evitar más derrotas parlamentarias para el Gobierno es la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien logró postergar dos meses la discusión por los jubilados y todavía estira la derogación del DNU de la SIDE. Sin embargo, según pudo saber este diario, un sector del Gobierno cree que ella es una "buena jugadora al final", pero que suele soltarle la mano al Ejecutivo -como cuando se plantó contra la postulación de Ariel Lijo para la Corte Suprema-.

Francos no formó parte de ninguna conversación, aunque sí estuvo en la reunión que encabezó Milei en Casa Rosada con los legisladores afines. Se unió a último momento, pero no tuvo una participación protagónica y, según allegados al ministro, no quedó claro si hubo una definición para que él retome su antiguo rol de negociador.

"Es importante que usted interactúe más con el Congreso. Usted venía de una relación exitosa con el Congreso, que le había permitido a este Gobierno sacar dos leyes importantes. De repente es como que hubo un repliegue, no sabemos a qué obedeció, tal vez a alguna decisión propia del Gobierno, pero a mí me parece muy importante que haya interacción con el Gobierno, un diálogo razonable, inteligente, la búsqueda de acuerdos", le dijo Pichetto al ministro. Ni Encuentro Federal ni la UCR, al menos en Diputados, tuvieron un ida y vuelta con el Ejecutivo desde que se reunieron con Rolandi para conversar sobre las reformas electorales.

Según pudo saber este medio de fuentes de Casa Rosada, es posible que Francos empiece a tener reuniones con los dialoguistas nuevamente "porque se lo están pidiendo". La lectura deslizan es que Milei no le pidió al ministro que se meta en estos temas, porque si no "lo hubiese hecho", y algunos interpretan que sería sobrecargarlo. "No vas a usar tu mejor carta para todo, y él tampoco puede meterse en todos los temas que trate el Congreso", defienden.