El regreso del déficit sumará presión a los nuevos compromisos del Tesoro
Si el rebote de la actividad económica aparece, el repunte de la recaudación se dificultará para el segundo semestre, en un contexto en que es clave lograr superávit primario, entre otros motivos, para pagar las nuevas Letras del Tesoro
Volvió el déficit fiscal en junio, según los números del base devengado publicado por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). Si bien resta conocer el resultado base caja que publicará la Secretaría de Hacienda, el dato mostró la tendencia del mes: se trató del primer resultado fiscal negativo de 2024, algo que ya había adelantado que ocurriría el propio presidente Javier Milei. El Gobierno necesita mejorar la recaudación vinculada a la actividad. Caso contrario, solo contará con los cambios en Ganancias para mejorar la recaudación del segundo semestre, requisito fundamental para pagarle a los bancos bajo el nuevo esquema monetario anunciado hace unos días.
En junio se registró un déficit primario por $1,44 billones y un déficit financiero por $1,82 billones. Sin embargo, eso no evitó que la Administración Nacional haya registrado superávit financiero de $0,34 billones en la totalidad de la primera mitad del año y un resultado primario positivo de $4,97 billones en ese período. Todavía resta conocer el resultado fiscal que la Secretaría de Hacienda publicará el martes 16 de julio. A diferencia del dato de la OPC, que es de base devengado y se limita a la Administración Pública, el balance que realiza la cartera a cargo de Carlos Guberman es de base caja y abarca a todo el Sector Público Nacional.
En junio, la recaudación ajustada por IPC anotó una baja del 14,1% interanual, según la OPC, lo que implicó una vuelta a los números previos al espaldarazo que recibió el fisco en mayo, gracias al pago de la declaración jurada de Ganancias por parte de empresas con cierre de balance en diciembre. Entre enero y abril se habían registrado puras bajas de los ingresos y esa dinámica plantea un problema a futuro para el superávit y la recesión económica es su principal explicación. Desde Vectorial señalaron: "Si hay algún tipo de recuperación en la actividad, al menos no se estaría notando en los ingresos fiscales. Tras el mes de mayo, el impacto de la recesión vuelve a evidenciarse en la recaudación".
Para el segundo semestre, será necesario que la actividad repunte, y con ello, los tributos vinculados al mercado interno. De acuerdo a estimaciones de Invecq, los impuestos estrechamente vinculados a la actividad económica, es decir el IVA DGI, los Créditos y Débitos bancarios y las Contribuciones Patronales, cayeron un promedio de 7,6% interanual. Un número menor al 15% registrado entre enero y mayo, aunque notoriamente por debajo de los niveles del año pasado.
A eso se le suma que la modificación de Ganancias, que según OPC, implicaría sumar ingresos por 0,4% del PBI, podrá ser anulado en gran medida por la reducción en Bienes Personales, ya que el tributo caería entre un 0,33% del PBI durante 2024 y un 0,48%, dependiendo de si el esquema de contribuyentes cumplidores alcanza al 0% o al 100% del total.
Además, el Impuesto PAIS, que creció un 373% interanual en junio, también se verá reducido: tras la aprobación de la Ley Bases, el ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que el 17,5% del impuesto PAIS que se aplica a las operaciones en dólares en el mercado oficial para las importaciones de Bienes del exterior bajará al 7,5%. Algo que estimó que sucederá entre agosto y septiembre, cuando la Ley Bases haya sido implementada y el Tesoro empiece a recibir los ingresos del paquete fiscal.
Desde Vectorial remarcaron que el Impuesto PAIS es clave para el equilibrio de las cuentas, ya que explicó un 7% del total de la recaudación del mes. Por este motivo, advirtieron que "la prescindencia de este tributo representa uno de los más evidentes desafíos fiscales para un gobierno que, ahora con las Letras de Regularización Monetaria (LRM), suma nuevos compromisos sobre sus arcas".