Las apps pueden ser aliadas para tratar la depresión, según estudio

La investigación arroja que tienen utilidad para atenuar la gravedad de la enfermedad, pero destacan que solo como complemento de la terapia tradicional

BAE Negocios

Existen apps para todo en esta vida y la salud mental no queda afuera de la esfera de influencia de estas herramientas que encontramos tan a mano en el celular. No sólo sirven para meditar, dormir o calcular los pasos que efectuamos cada día, sino que también pueden ser aliados para enfrentar cuadros serios como la depresión. 

El diario El País compartió un metaanálisis publicado en la revista JAMA Network Open ha encontrado "reducciones significativas de la gravedad" en pacientes con esta enfermedad, que habían utilizado 16 aplicaciones. Los investigadores, de la Universidad de Seúl (Corea del Sur), creen que estas apps pueden suponer una mejora en el abordaje del trastorno depresivo.

El 3,8% de la población mundial sufre depresión, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En los países de ingresos bajos y medianos, más del 75% no recibe ningún tratamiento, a pesar de que existen numerosas terapias eficaces. Los autores del trabajo atribuyen este hecho al alto coste de las terapias, al miedo a la estigmatización y a la falta de conciencia sobre la efectividad del tratamiento, entre otros. En ese sentido, el desarrollo de este tipo de instrumentos podría contribuir a asistir a poblaciones de menos recursos. 

Las funciones de estas aplicaciones son evaluar el estado de ánimo de los pacientes mediante un test y lanzarles pautas y mensajes para ayudarles a mejorar sus síntomas, por ejemplo la negatividad, la apatía o la desmotivación. Algunas también cuentan con herramientas que permiten realizar teleconsultas con el terapeuta. 

Los autores afirman que este tipo de aplicaciones ofrecen más libertad, con respecto al tiempo y a los desplazamientos de los pacientes. Sin embargo, también abogan por la necesidad de desarrollar más y perfeccionar estos tratamientos basados en dispositivos móviles, para "adaptarlos a poblaciones socialmente desfavorecidas".

A pesar de los beneficios que se puede encontrar en estos instrumentos, se pone énfasis en la necesidad de que sirvan sólo de complemento del tratamiento tradicional con psiquiatras o psicólogos. 

Hallazgos, posibilidades y límites

Los investigadores analizaron casos entre tres y 24 semanas. "En esta revisión sistemática y metanálisis de la eficacia asociada con las intervenciones basadas en aplicaciones para la depresión de moderada a grave, se encontró una reducción significativa en la gravedad de la depresión asociada con el uso de intervenciones de aplicaciones", se indica en las conclusiones. Además, el estudio subraya la importancia de considerar de manera proactiva las características del diseño de la población y del estudio y los componentes del programa basado en aplicaciones para mejorar aún más su efectividad . 

Distintos expertos consultados por El País, manifiestan que este tipo de aplicaciones nunca podrá sustituir a los terapeutas. Si bien aporta valor, aclaran que lo realmente importante es cómo se diseña el proceso terapéutico y se incluye esta herramienta para que sea efectiva. 

Una forma de distinguir una aplicación eficaz y con evidencia de otra que no la tenga es saber si consta con el distintivo de una institución sanitaria. En EE UU, por ejemplo, la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) ha desarrollado un modelo para evaluarlas en cinco niveles, teniendo en cuenta cuestiones como el tratamiento de datos, la usabilidad o si existen ensayos clínicos que prueben su eficacia.

Algunos pasos en un camino nuevo para la salud mental en el que aún queda mucho por recorrer. 

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