Las dos caras de Trump: pacificador en Oriente Medio, y belicoso en suelo estadounidense
La tensión política y el clima de polarización va in crescendo día a día.
El presidente estadounidense, Donald Trump, encara los próximos días envuelto en un clima político ambivalente: por un lado, la paz en la Franja de Gaza, en el marco de un plan presentado por él, es un hecho. Por el otro, el clima de tensión interna en Estados Unidos va in crescendo, con una palpable tendencia de la administración Trump a la militarización, la estigmatización de sus oponentes políticos, y un creciente malestar por el accionar de la Guardia Nacional y el infame ICE (siglas en inglés del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas).
En las últimas horas, el mandatario republicano anticipó la posibilidad de viajar al Oriente Medio este fin de semana, horas antes que se anunciara el acuerdo sobre la primera fase del plan de paz en Gaza (ver aparte).
"Si sigue así, probablemente vayamos el domingo, tal vez el sábado, tal vez un poco más tarde que el sábado por la noche, pero así parece estar nuestro calendario", dijo.
Prisión
Cuando una periodista le preguntó si podría considerar visitar Gaza, Trump respondió: "Puede que lo haga yo. Aún no lo hemos decidido exactamente. Lo más probable es que vaya a Egipto. Ahí es donde se han reunido todos ahora mismo".
En tanto, y en una nueva escalada de tensiones entre el gobierno federal y autoridades locales demócratas, Trump sugirió que el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, y el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, deberían estar en prisión por no garantizar la seguridad de los agentes del ICE
"¡El alcalde de Chicago debería estar en la cárcel por no proteger a los oficiales de ICE! ¡El gobernador Pritzker también!", escribió Trump en su red Truth Social.
Guardia nacional
La controversia surge en el contexto de la operación "Midway Blitz", lanzada por el gobierno federal y que intensificó las detenciones de migrantes en zonas de alta población latina.
Lo que no tal vez no anticipó Trump es que junto con las redadas crecieran las protestas diarias frente a centros de detención. El presidente calificó la situación como una "zona de guerra" y ordenó el despliegue de más de 700 efectivos de la Guardia Nacional en Chicago.
Tanto Johnson como Pritzker han rechazado públicamente la intervención militar, calificándola de autoritaria y peligrosa.
Cierre gubernamental
Todo esto, en medio de un "cierre del gobierno" que afecta a casi dos millones de trabajadores del estado federal, 700 mil de los cuales fueron licenciados mientras el resto sigue trabajando pero sin cobrar sus salarios hasta que el Congreso apruebe nuevos fondos. Entre ellos, los agentes del ICE.
La negativa de Trump a negociar con los demócratas, que piden que no se recorten fondos para programas sociales y de salud, es lo que impide pronosticar un fin de esta crisis autogenerada. Por lo que la paz en Gaza sería una buena noticia, pero la tensión interna promete nuevos dolores de cabeza al ocupante de la Casa Blanca.