Las comparaciones odiosas y la tentación fácil invitan a mirar a los países europeos cuando se buscan ejemplos de paridad de género en política. A principios de año, el nuevo gobierno de los Países Bajos del primer ministro Mark Rutte está cerca de la paridad en el gabinete con 14 mujeres entre los 29 ministros y secretarios de Estado, incluido el Ministerio de Finanzas. 

Más acá de nuestra experiencia, de acuerdo con los últimos datos relevados por la CEPAL, América Latina y el Caribe ha tenido un "aumento discreto de participación de mujeres en los gabinetes presidenciales", con un promedio de 28,5%. Claro que depende allí también de la fecha en que se tome. Por ejemplo, en Colombia, cuando asumió la Presidencia Iván Duque a mediados de 2018, nombró a 8 mujeres como titulares de Ministerios de un total de 16. Ahora son 6 de 16.

El Gabinete inicial de Alberto Fernández, cuando asumió en diciembre de 2019 tampoco fue un ejemplo de acercarse a la paridad de altos cargos, y nombró solo cuatro ministras de la veintena de carteras, un número que disminuyó con sucesivos recambios, a pesar de su declarada vocación por la igualdad de género, la creación de un inédito Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y de una política transversal en todas las carteras para apuntalar políticas de equidad.

De hecho, en los albores de la gestión albertista, las funcionarias de segunda línea impulsaron un Grupo "Mujeres Gobernando" para enriquecer el intercambio de la experiencia de gestión y avanzar en espacios colaborativos.

Cumplida la primera mitad de la gestión, un muy interesante estudio de la socióloga, Doctora en Ciencias Sociales e Investigadora del CONICET y la FLACSO, Paula Canelo, fue más allá y analizó la inserción de las mujeres en los más altos cargos del gabinete, incluyendo cargos de ministro/a, secretario/a  y subsecretario/a. "Volvimos mujeres. Participación, atributos y reclutamiento del personal político femenino en el gabinete inicial del presidente Alberto Fernández"  que se puede leer completo aquí, pone el ojo en las diferentes capas y jerarquías de la gestión ejecutiva nacional y, en las diferencias y exigencias para ocupar los diferentes cargos y detecta "cinco techos de cristal" en el gabinete inicial: las mujeres siguen siendo una minoría, estuvieron ausentes de los cargos más altos de varias dependencias, raramente consiguieron ser designadas ministras, en su mayoría fueron nombradas para ocupar puestos del área social y se les exigieron credenciales educativas significativamente más altas que a los funcionarios varones para ocupar los mismos cargos. 

En el artículo, basado en datos públicos sistematizados por el Observatorio de las Elites de la FLACSO y publicado en la Revista Estudios Sociales del Estado, Canelo menciona que las leyes de cupos y paridad son instrumentos fundamentales para incentivar la inclusión de mujeres, y que, no obstante, la desigualdad en la representación política sigue siendo marcada en los puestos más altos del ejecutivo nacional.

 

"A medida que aumenta la edad del más alto funcionario se reduce el porcentaje de mujeres reclutadas en el gabinete inicial de Alberto"

 

Romper la tendencia 

En ese sentido señala que en el gabinete inicial de Alberto Fernández "las mujeres ocuparon el 37% del total de los cargos más altos y aunque esta minoría femenina puede ser considerada un primer techo de cristal es importante destacar que también rompió con una tendencia histórica de los gabinetes nacionales argentinos" ya que al comienzo de la gestión de Mauricio Macri en 2015, el porcentaje era del 24% y en el previo, de Cristina Fernández de Kirchner, de 23%.

El de Fernández "presentó una mayor tendencia a la paridad de género;  sobre 22 dependencias 6 alcanzaron la paridad con un 50% de mujeres o invirtieron la mayoría masculina con más del 50%. Otras cinco dependencias superaron el 40% de mujeres". Como comparación, vale mencionar que con excepción del Ministerio de Seguridad todas las dependencias estaban por debajo de la paridad en 2011 y lo mismo sucedió en 2015 con la excepción de Desarrollo Social.

Más que números

Sin embargo, la cuestión numérica y de porcentajes no es suficiente para dar cuenta de cuál es la participación de las mujeres en los más altos puestos del Ejecutivo nacional. Aquí, el informe realizado por Paula Canelo nos da  importantes pistas. Por ejemplo, señala que las dependencias del gabinete de Alberto Fernández donde la participación femenina fue más importante fueron aquellas con conducción femenina, como el Ministerio de Mujeres o el Ministerio de Seguridad, con Elizabeth Gómez Alcorta y Sabina Frederic, respectivamente, aunque en el segundo caso la ministra fuera luego reemplazada por un ministro varón, Aníbal Fernández.

Además, al analizar "en qué dependencias o áreas de gestión hay más mujeres" aparece lo que denomina el segundo techo de cristal, vinculado con la ausencia total de mujeres en altos cargos de algunas dependencias conducidas por ministros hombres como Obras Públicas, Transporte y Trabajo en el gabinete inicial.

 

La edad de las mujeres

En el trabajo, Canelo también señala que existe un vínculo estrecho entre la edad del ministro y la paridad o desigualdad de género en la dependencia que conduce: a medida que aumenta la edad del más alto funcionario se reduce el porcentaje de mujeres reclutadas en el gabinete inicial de Alberto.

"Se observa una importante vinculación entre la edad del ministro o ministra, la edad promedio del equipo y la participación de personal político femenino. Así, al vincular el cargo ocupado con la variable sexo y edad de los funcionarios y funcionarias se observa un tercer tipo de techo de cristal presente en el gabinete inicial de Fernández: la mayor dificultad que tienen las mujeres para acceder al cargo de ministra. Asimismo, al considerar los promedios de edad de los diferentes cargos se percibe que la edad promedio desciende a medida que disminuye la jerarquía: en los ministros es de 53,5 años; en los secretarios de 50,8 años y en los subsecretarios de 47, 8 años. Diferenciado por sexo, se observa que las mujeres necesitan en promedio 3 años más que los hombres para alcanzar el cargo más alto de la estructura, pero entre los secretarios las mujeres acceden con 6 años menos en promedio". Esto sugiere que la edad de las mujeres es otro factor de importancia para acceder acceso al cargo de ministra, o una barrera difícil de sortear, a diferencia, por ejemplo, del cargo de secretaria".

Brecha educativa 

El trabajo destaca que, de acuerdo con los datos públicos disponibles, las credenciales educativas de los altos funcionarios  parece haber sido menos determinante en el reclutamiento otros atributos, como la pertenencia a alguna de las fracciones de la coalición del Frente de Todos, la confianza, la cercanía con el presidente o su grupo de colaboradores más estrechos, o el vínculo con diferentes organizaciones sociales. 

"Sin embargo, las credenciales educativas sí son decisivas cuando se trata de funcionarias mujeres: sobre el conjunto del personal político femenino del gabinete pesó una mayor exigencia de credenciales educativas que sobre los funcionarios hombres para ocupar los mismos cargos, una brecha educativa generizada", lo que constituye un cuarto techo de cristal. Canelo detalla que "mientras que el 25% de las mujeres aprobó una maestría y el 15% completó estudios doctorales, sólo el 7% de los funcionarios hombres tiene estudios doctorales y el 20% tiene maestría". Asimismo, sólo el 5% de las mujeres que ocuparon altos cargos en el gabinete inicial tenía secundario completo, mientras que este porcentaje alcanzaba al 12% de los funcionarios hombres . 

Área de gestión

"El gabinete inicial de Fernández mantuvo la tendencia general, tradicional, de que las mujeres sean reclutadas con mayor frecuencia en áreas de tipo social, en las que el personal femenino ocupó el 44% de los altos cargos, mientras que tuvieron menos participación en las áreas político-institucionales, con 38%, y en las económico-productivas, con el 31%. Esto muestra que permanece la generización de las  áreas de gestión clásica de los gabinetes, donde tradicionalmente las mujeres tienen mayor participación en áreas sociales como Desarrollo Social, Salud, Educación y Cultura", generalmente vinculadas con los cuidados y la asistencia, sostiene la investigadora. La relativamente menor participación de las mujeres en las áreas político-institucionales y económicas constituye, así un quinto techo de cristal que, aunque tiende a irse modificando lentamente, aún constituye una deuda pendiente del ejecutivo nacional. 

Altos cargos 

Finalamente, los datos muestran  que aunque los hombres siguen siendo mayoría en todos los cargos. El reclutamiento en el gabinete inicial de Fernández, comparado con gabinetes nacionales anteriores, "permitió las mujeres ascender en la escala jerárquica, especialmente las segundas líneas, las secretarías y las subsecretarías. Es en el cargo de secretaria dónde más han avanzado las mujeres en relación con gabinetes anteriores y ocupan el 39%" de los cargos. Sin embargo, el gabinete 2019 "mantiene intacto un techo de cristal en la posición más alta de la estructura, el cargo de ministro, consagrando la tendencia previa: en 2011,  sobre un total de 16 cargos de ministros, las mujeres eran 3 (un 19%), mientras que en 2015 sobre 21 cargos las mujeres seguían siendo 3 (un 14%).

En el gabinete inicial de Fernández las mujeres también fueron relativamente excluidas de la posición más alta y aunque ocuparon inicialmente el 19% de los puestos, su participación se reduce hoy al 9,5% del total de ministros.