ESCÁNDALO

Liz Truss deberá pagar miles de libras por batas y pantuflas "desaparecidas" en fiestas

La ex primera ministra recibió una factura oficial por 12 mil libras, debido a batas de baño, pantuflas y otros artículos que faltaron en una residencia oficial del gobierno. También denuncian el supuesto hallazgo de restos de cocaína

BAE Negocios

La ex primera ministra británica Liz Truss recibió una factura de 12.000 libras (más de 15.000 dólares) para cubrir los gastos de comida y bebida, así como batas de baño y pantuflas que aparentemente desaparecieron de la residencia oficial de Chevening durante fiestas "regadas de vino" que organizó cuando era ministra de Asuntos Exteriores en el año 2022.

Según The Times, la finca, que se pone a disposición de los secretarios de Asuntos Exteriores, fue utilizada por Truss y sus ayudantes con frecuencia en las últimas etapas de la campaña por el liderazgo en el Partido Conservador en verano boreal de 2022.

La fuente citada por el medio declaró que la Oficina del Gabinete se puso en contacto con la exfuncionaria y le dejó claro que tiene que cubrir el costo de los artículos como batas de toalla e incluso pantuflas que desaparecieron durante aquel período, así como por la comida y el vino que ella y sus ayudantes consumieron allí.

 

Partygate

El código ministerial establece que si un ministro organiza fiestas o actos políticos en residencias oficiales, debe ser a sus expensas o a las de su partido.

La noticia revelada en 'The Mail on Sunday', sumado a las informaciones de 'The Guardian' sobre el supuesto hallazgo de restos de cocaína por el personal de la residencia, han abierto algo así como un "Partygate" personal de Truss, meses después de su dimisión a los 49 días de su llegada a Downing Street por el impacto de sus medidas económicas.

Truss, criticada en su momento por gastar más de dos millones de euros en sus viajes como secretaria de Exteriores, decidió impugnar la última factura alegando que parte de los gastos corresponden al uso oficial de Chevening. La ex premier ha reclamado "un recibo más ajustado", aunque parece dispuesta a reponer el costo de las batas.

 

Liderazgo

La noticia echó luz sobre cómo Truss utilizó la mansión oficial de 115 habitaciones en Kent para fortalecer su posición política frente a su entonces rival (y actual primer ministro) Rishi Sunak. La mayoría de las pertenencias que se le reclama "desaparecieron" después de varias fiestas con sus colaboradores de campaña por el liderazgo tory tras la renuncia de Boris Johnson.

"Truss usó Chevening como una especie de réplica de Downing Street con su círculo interno y organizó fiestas (regadas con vino) hasta altas horas de la noche", declararon fuentes cercanas al Gobierno a 'The Mail on Sunday'. "El personal de la mansión asegura que fue en el período cuando echaron en falta las batas de baño e incluso pantuflas".

"La factura corresponde pues a lo que fueron básicamente una serie de fiestas de verano, de ahí la objeción a que tengan que cubrirse con cargo al erario público", agregó la misma fuente, sin necesidad de recordar la propensión al gasto de Truss en su etapa en el Foreign Office.

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