Bajo los términos de la conciliación obligatoria que dictó el Gobierno hasta el 2 de septiembre, las organizaciones gremiales de aceiteros y las cámaras agroexportadoras tuvieron su primera audiencia. La reunión se desarrolló en las dependencias que la secretaría de Trabajo posee en el barrio porteño de Congreso y sin avances en la pulseada se fijó un nuevo encuentro para el martes 20. “Planteamos lo que ya dijimos: un salario inicial de $1.550.000, lo que significa un aumento del 26% a partir del 1 de julio”, dijo el secretario general del SOEA San Lorenzo, Daniel Succi. La trama del conflicto bajo tregua forzada destaca no sólo la ratificación de la estrategia paritaria sindical sino también algunos perfiles que ya publicó BAE Negocios. Entre ellos resalta que las cámaras empresarias son partidarias de que el Gobierno defina una nueva devaluación, en razón de vectores económicos con preponderancia en el comercio exterior.

Vale consignar que, como lo sostuvieron incluso desde el gremio, la Casa Rosada no efectivizó “de oficio” la conciliación obligatoria una vez declarada la huelga por tiempo indeterminado. Recién cuando el paro llegó a la sexta jornada, la cartera laboral dictó la conciliación por 15 días hábiles.
Tanto en las esferas sindicales como en ámbitos empresarios esa medida fue tomada como “un mensaje”, con párrafos especiales a las empleadoras que incluso tuvieron que solicitar que se aplicara el impasse legal, que además del plazo establecido cuenta con una alternativa adicional de 5 jornadas hábiles más. Allí gremio y empresas deben continuar la negociación sin tomar medidas, ya sea de protesta, o de sanciones a los trabajadores.
En relación a la huelga que paralizó la producción por 6 días, el titular de la Federación Aceitera (Ftciodyara), Daniel Yofra, le manifestó a BAE Negocios que los trabajadores tienen vocación de acuerdo. “Las que no quieren son las patronales. En realidad, especularon. En el análisis que hacemos con los compañeros de San Lorenzo es que como las patronales venían pidiendo un dólar a $1.800 y una quita de retenciones nos quisieron usar de rehenes”.
Yofra además de reivindicar la huelga como una herramienta legítima ironizó que habiendo accedido el gobierno a dictar la conciliación, “será momento de que los empresarios presenten una propuesta acorde con las necesidades de los compañeros y compañeras”.
Al igual que Succi, el referente de la federación remarcó que las empleadoras, agrupadas en Ciara, Ciavec y Carbio, tienen beneficios notables desde hace 30 años “y con los distintos gobiernos de turno. Son los dueños del capital y quieren más plata. Nosotros somos trabajadores y queremos una vida digna”.
Los aceiteros negocian su mejora salarial en virtud del Salario Mínimo forjado en cuanto a la cobertura de cuestiones básicas como vivienda, alimentación, salud y esparcimiento, entre otras. Además, según ya lo resolvieron en forma conjunta, de lograrse el acuerdo el paso inmediato tendrá eje en la reinstalación de la quita salarial por Ganancias, teniendo en cuenta que la mayoría de los trabajadores quedarán comprendidos en el nuevo Mínimo No Imponible de $1.800.000.