Aprendizaje, flexibilidad, nuevos vínculos y ampliación de oportunidades son solo algunos de los beneficios que destaca todo estudiante que haya realizado un intercambio en el exterior. Además de ser una experiencia única e inolvidable, abre nuevas perspectivas de desarrollo profesional, permite perfeccionar otros idiomas, adaptarse a distintos ambientes y profundizar los conocimientos, todos valores muy requeridos en el mercado laboral actual.

Con el objetivo de ser un activo promotor del desarrollo de las localidades en donde trabaja, Pan American Energy (PAE) lleva adelante desde 2003 el Programa de Becas Universitarias, destinado a jóvenes de Chubut, Santa Cruz y Neuquén.

En este marco, se ofrecen diversas oportunidades que apuntan a la formación integral del estudiante para su futuro desempeño profesional. Una de ellas es la iniciativa Friends of Fulbright, una propuesta de intercambio que cuenta con el apoyo de la Embajada de Estados Unidos.

Agustina Zenarruza, gerenta de Sustentabilidad de PAE, explica: “Desde 2018 hemos acompañado a nueve estudiantes en su experiencia en distintas universidades de Estados Unidos. El objetivo es que los chicos asistan a clases y seminarios vinculados con la industria del petróleo y de gas, además de realizar actividades culturales y de voluntariado”. A pocos días de volver de Arkansas, Rocío Soto, estudiante de ingeniería civil en la Universidad Nacional del Comahue, cuenta: “Fue la mejor experiencia de mi vida, es única y muy enriquecedora porque me permitió conocer a gente de diferentes partes del mundo, aprender sobre otras culturas y también mostrar nuestras costumbres. En cuanto a lo profesional, este viaje me aportó conocimientos sobre la construcción en seco, muy utilizada en Estados Unidos. También me permitió conocer el desarrollo y el urbanismo de distintos lugares que visité y las infraestructuras”.

Al rememorar el camino que la llevó al intercambio, Rocío admite sus nervios en el momento de la inscripción. “La convocatoria era a nivel nacional y seguro había muchos postulantes que cumplían los requisitos, pero aún así siempre me sentí motivada y completé todos los formularios. Estaba estudiando cuando me avisaron que quedé seleccionada para la Universidad de Arkansas. Se me llenaron los ojos de lágrimas y fui corriendo a contarles a mis papás”, recuerda.

Por su parte, Jaime Facundo Miret, quien estudió ingeniería en petróleo en la Universidad Nacional Arturo Jauretche, asistió a la Universidad de Texas, en Austin. “Si tengo que puntuar mi experiencia con Fulbright del 1 al 10, le pongo un 100. Es una vivencia que marca un antes y un después tanto en lo personal como en lo profesional. Esta universidad es número uno en ingeniería en petróleo en Estados Unidos, por lo que pude adquirir aprendizaje técnico muy valioso para mi carrera, además del crecimiento del idioma inglés”, explica.

Más allá del aprendizaje académico, Facundo también destaca la función social del intercambio. “Me pude sumergir de lleno en otra cultura y ver bien de cerca lo que son sus creencias, sus valores y sus ideales, entre otras cosas. Además, la ciudad en la que estuve ofrecía atractivos que potenciaron el viaje, como partidos de fútbol americano, la posibilidad de ir a museos y hasta a la NASA”, cierra.