Los subsidios del Estado nacional a sectores económicos y empresas pública volvieron a experimentar una reducción en agosto, aunque con un cambio en la composición de ese recorte, ya que en esta ocasión fue más pronunciado en el sector de Transporte que en el energético.

El total de las transferencias alcanzó a $773.294 millones, un 29,4% menos que el monto girado en agosto de 2024 que, al tratarse de una baja mayor que la inflación acumulada, derivó en un recorte del 43,3% en términos reales, de acuerdo con el informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).

 

Más en Transporte que en Energía

 

En el análisis por rubro, la reducción interanual a valores constantes fue del 34,7% en el sector energético y del 62,4% en el de Transporte. 

En el primer caso, el recorte fue menor en las transferencias destinadas a subsidios a las generadoras de energía eléctrica canalizadas a través de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), a raíz de la decisión oficial de moderar los incrementos en las tarifas de las distribuidoras, por lo que las partidas se retrajeron un 6,6% en términos reales.

Por el contario, las bajas fueron más pronunciadas en los subsidios a Enarsa (-71,4%), así como en el resto de las empresas energéticas (-72,5%).

 

En cuanto a los recortes en Transporte, los focalizados en las tarifas de colectivos de jurisdicción nacional fueron del 54,3%, en tanto los destinados a ferrocarriles mostraron reducciones del 64,2% en Operador Ferroviario, 99,1% en Desarrollo de Capital Humano y 100% en Trenes Argentinos, Belgrano Cargas y Logística y la Administración de Infraestructuras Ferroviarias.

En el acumulado en los primeros ocho meses, el total de subsidios ascendió a $4.247.475 millones, con una reducción real del 50,1%.

 

Qué pasó con los subsidios en la gestión de Milei

 

Desde su asunción, el presidente Javier Milei lanzó una drástica reducción de los gastos en subsidios, aplicados de manera generalizada desde 2002 a la mayoría de los servicios públicos, con el doble propósito de atenuar el impacto que esa carga viene teniendo en el resultado fiscal en las últimas dos décadas y equiparar las tarifas que pagan los usuarios con los costos de explotación de las empresas operadoras.

La contracara de esa política fue un aumento de las tarifas de energía eléctrica, gas, transporte público de pasajeros y agua corriente en porcentajes superiores a la inflación general, a diferencia de lo que sucedió en la mayor parte de los años anteriores.

 

Qué se espera para 2026

 

El proyecto de Presupuesto 2026 prevé para el año próximo un gasto total en subsidios del $6.080.825 millones, con un recorte real del 9,9% respecto de lo que se estima se destinará en 2025.

Por primera vez desde que se comenzaron a implementar de manera generalizada, en 2026 no habrá subsidios para empresas y sectores que no pertenecen a Energía y Transporte, de lo que se desprende que ya no se girarán fondos a AySA ni a Correo Argentino.