El favorito en la carrera presidencial de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en caso de ganar las elecciones de octubre designaría a su compañero de fórmula centrista en un superministerio, para reforzar su compromiso con una agenda política y económica moderada.

Así lo informa la agencia Bloombergi citando fuentes cercanas al ex dos veces presidente brasileño, en un artículo en el que señala que Geraldo Alckmin podría dirigir varios ministerios importantes, como Hacienda o Agricultura. Las fuentes solicitaron el anonimato debido a que las discusiones son de carácter privado, dice la agencia, que asegura que en las últimas semanas, el nombre de Alckmin cobró fuerza para liderar el equipo económico.

La alianza con Alckmin fue vista como la mayor señal hasta ahora de que el expresidente izquierdista se está alejando de los miembros radicales de su Partido de los Trabajadores y acercándose a opiniones moderadas que el exgobernador de São Paulo ha encarnado durante su carrera política de tres décadas. Al nombrar a su vicepresidente para un puesto clave en el gabinete, Lula estaría redoblando ese compromiso.

 

Puentes

Cuando se le pidió un comentario, un representante de la campaña de Lula dijo que los puestos en el gabinete no se discutirán antes de las elecciones. La oficina de prensa de Alckmin dijo que nunca ha habido ninguna discusión sobre los cargos en el Gobierno, ya que él está enfocado en ganar las elecciones.

Si Lula derrota al presidente Jair Bolsonaro el próximo mes, deberá construir puentes no solo con el Congreso para aprobar las reformas, sino también con inversores que están preocupados por las cuentas públicas de Brasil. Los mercados financieros están particularmente preocupados por sus promesas de deshacerse de la norma fiscal más importante del país, un tope de gastos que limita el gasto público a la tasa de inflación del año anterior, para impulsar programas sociales y la inversión pública.

Durante la campaña, Alckmin ya recibió la misión de tender puentes con la agroindustria, la industria y el sector financiero.

 

Sondeos

Menos de tres semanas antes de la primera ronda de las elecciones, las encuestas de opinión muestran que la intención de voto está bastante resuelta para los candidatos favoritos, ya que Lula recibiría el 42% de los votos y Bolsonaro, el 34%, según una encuesta de FSB/BTG Pactual publicada en las últimas horas.

El presidente ganó 1 punto porcentual con respecto a la encuesta anterior, mientras que Lula perdió 1 punto porcentual, ambos movimientos dentro del margen de error de 2 puntos porcentuales.