El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó a "eliminar el carácter regresivo" de la arquitectura financiera mundial, que afecta principalmente a los países en desarrollo. y ratificó la agenda brasileña en su presidencia del G20, en la que se destaca la fijación de más tributos a los “súper ricos”.

El mandatario brasileño participó en la reunión ministerial del G20, realizada en Nueva York, junto al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres; su par de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa y quien preside la Asamblea General del organismo multilateral, Philémon Yang.

Lula resaltó las prioridades de Brasil en la presidencia pro-témpore del G20, las que son "la lucha contra todo tipo de desigualdades", la "inclusión social", el "enfrentamiento del cambio climático" y la "reforma de la gobernanza global".

 

Impuestos

El presidente brasileño aseguró que la comunidad internacional no logra responder a los desafíos globales "porque cambió el multilateralismo por acciones unilaterales". Y aseveró que si los países ricos quieren "enfrentar las múltiples crisis de estos tiempos, el Sur Global debe estar plenamente representado en los foros de decisión".

Lula señaló la necesidad de encarar “tres ejes de actuación”, a saber:

La eliminación del carácter fuertemente regresivo de la arquitectura financiera mundial, que impacta negativamente en el Sur Global. En ese marco, pidió la imposición de tributos a los "súper ricos" para "combatir la desigualdad y direccionar recursos para prioridades de desarrollo y acción climática". Como parte de este punto, llamó a la ONU a volver a ocupar una "posición central" sobre temas económicos y financieros de relevancia mundial. "Cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial fueron creados, había doce asientos para un universo de 44 países. Actualmente, son 25 sillas para más de 190 países", dijo. Su propuesta es que las juntas ejecutivas tenga "por lo menos, 52 asientos". Repensar el sistema comercial internacional, ya que la Organización Mundial de Comercio (OMC) está "paralizada por intereses geopolíticos y económicos", lo que perjudica a los países en desarrollo, aseguró. Promover una reforma amplia en la ONU debido a que “pasa por una crisis de confianza”, a lo que se suma que el Consejo de Seguridad "se ha mostrado incapaz de resolver conflictos". "Falta transparencia y coherencia en su funcionamiento y decisiones", agregó Lula, que señaló que su país considera presentar una propuesta de convocatoria a una conferencia de revisión de la Carta de la ONU.