Los jubilados que cobran los haberes mínimos de la escala previsional recibieron no una sino dos malas noticias respecto al futuro de sus ingresos, ya que no solo seguirán cobrando sin aumentos el bono de refuerzo de $70.000 en noviembre sino que ese adicional tampoco tendrá modificaciones a lo largo de 2026, con lo que completaría 34 meses consecutivos de congelamiento.

El bono sin cambios para noviembre quedó ratificado con la publicación en la edición de hoy del Boletín Oficial del decreto 771/2025, en tanto del proyecto de ley de Presupuesto 2026 se desprende que el Poder Ejecutivo no prevé destinar más recursos para ese fin en todo el año, de acuerdo con el análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) de la iniciativa presentada el 15 de septiembre por el presidente Javier Milei.

 

"Entre los $71 billones asignados para prestaciones previsionales (jubilaciones y pensiones, incluidaslas PNC), se cuentan $3,8 billones para el pago de bonos, cifra prácticamente equivalente a laprevista para este año, lo cual supone la continuidad del bono vigente de $70.000, sin aumentosdurante 2026", indicó el organismo bicameral.

Asimismo, advirtió que los recursos destinados a los bonos tendrán una contracción de su peso en el Producto Bruto Interno de 0,4% a 0,3% “y una consecuente reducción de su valor en términos reales”.

 

Qué pasará en noviembre

 

Pese a que aún debe publicarse la resolución de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) con los haberes jubilatorios de noviembre, se espera que el ingreso mínimo del mes sea de $333.150,65, al aplicarse el ajuste por inflación, con un 2,08% de septiembre.

Con el nuevo valor de la jubilación mínima, el ingreso efectivo de quienes perciben ese haber (jubilación más bono) pasará a ser de $403.150,65.

 

En marzo del 2024 se resolvió aumentar el bono de $55.000 a $70.000 y, desde entonces, el refuerzo se mantiene sin modificaciones por 21 meses. La falta de actualización implica una pérdida del poder adquisitivo de aquellos que perciben los haberes mínimos, debido a la inflación acumulada en ese lapso.

Nuevamente, por el congelamiento de un bono que representa poco más del 17% del ingreso total, el aumento efectivo de los ingresos para quienes perciben el haber mínimo no será del 2,08% sino del 1,73%, con un retroceso relativo no solo frente a la inflación sino también ante el resto de los jubilados.

 

Compensación por la movilidad anterior

 

De acuerdo con la explicación oficial, el bono se aplica “a modo de compensación por los efectos adversos ocasionados por la aplicación de la Ley N° 27.609 en los haberes previsionales de los adultos mayores de menores ingresos”, en referencia a la movilidad establecida en 2021 por el Gobierno del expresidente Alberto Fernández.

El Gobierno criticó oportunamente esa ley, por entender que la fórmula de movilidad del Gobierno anterior “presentaba graves y serios inconvenientes, en tanto no resguardaba el riesgo inflacionario que afectaba los beneficios de los adultos mayores, puesto que no contemplaba la variación de los precios y presentaba un gran desfasaje entre la evolución de las variables económicas y su traslado a los haberes, entre otras cuestiones”.

Pese a la referencia a que la ley anterior “no contemplaba la variación de precios”, el bono se mantiene sin cambios desde marzo del año pasado, con una inflación acumulada desde entonces hasta septiembre de este año del 94,5%, que llegaría al 99% en octubre y a cerca del 103% en noviembre, si los índices de esos dos meses se ubican en torno al  2,2%, de acuerdo con las proyecciones de diferentes consultoras.

 

De cuánto debería ser el bono y cuánto pierden los jubilados

 

La brecha de 0,35 punto porcentual entre el 2,08% de aumento que tendrán las jubilaciones más altas y el 1,73% correspondiente a la mínima (bono incluido), es mucho más amplia si se considera todo el período iniciado en marzo de 2024, mes en el que se aumentó en bono de $55.000 a $70.000.

Desde entonces, al comenzar a aplicarse la nueva modalidad de aumento por la inflación, más el ajuste del 27,18% establecido por única vez en marzo a modo de compensación por parte de lo perdido en el inicio de 2024, las jubilaciones tendrán hasta noviembre un aumento general del 147,79%, respecto de los $134.446 del inicio de la serie.

 

La suma de jubilación mínima y bono registrará un alza del 97,19%, es decir, 50,60 puntos porcentuales menos, o bien un rezago del 25,66%.

Para superar ese desfase, la Anses tendría que ajustar el bono en $103.453, con lo que lo elevaría a un monto de $173.453, más del doble que el nivel actual.

De esa manera, la jubilación mínima más el bono no sería de $403.150,65 en octubre, sino de $ 506.596,74.

 

Qué se espera para 2026

 

Ese desfase entre la jubilación mínima y el resto de los haberes previsionales no se corregirá en 2026 sino que hasta podría profundizarse, ya que el bono se mantendrá sin cambios en los doce meses del año, en los que se prevé una inflación del 10,1% promedio o 14,3% entre puntas, según el proyecto de ley.

En base a ese supuesto -que no es compartido por la mayoría de economistas y consultores, que esperan un alza mayor de precios minoristas- “el ajuste de haberes por movilidad en 2026 arrojaría una variación promedio del orden del 16,7%, la que, contrastada con la inflación proyectada (de 14,3% a/a), resultaría en una mejora en términos reales de 2,2% para los haberes sin bonos”, proyectó la OPC.

 

La buena noticia para los jubilados que cobran haberes superiores a los mínimos contrasta con la realidad que le espera a este último grupo, ya que para ellos se espera “una desmejora de 0,6%” en términos reales.

El organismo legislativo completó su análisis con las estimaciones para lo que resta de 2025, en el que "el ajuste de haberes por movilidad cerraría con una variación promedio del orden del 55,1% la que, contrastada con la inflación proyectada (de 40,4%), resultaría en una mejora en términos reales de 12,6% para loshaberes sin bonos, y de 2,1% para los haberes mínimos (que cobran el bono de $70.000)".