Analisis

Martín Fierro de Cable 2022: la hora de la realidad

El Martín Fierro 2022 fue extraño. No por los premios en sí, sino por otras razones, algunas más sutiles que otras: una gran fiesta en medio de una crisis (a la que muchos aludieron) y el foco puesto especialmente en el periodismo hablan del presente y el futuro del cable.

ldesposito

No es ninguna rareza que la mayor parte de los premios Martín Fierro de Cable hayan caído en el periodismo o el deporte (cuya cobertura es, por supuesto, periodística). No es sorpresa decir que prácticamente no hay ficción en el cable argentino salvo aquellos enlatados (series y películas) que suelen usarse sn ciertas señales más "de relleno" que como un plato principal ornado de guarniciones doradas. El triunfo de TN y Crónica HD (las dos señales de cable más premiadas, seguidas por LN+ y las deportivas en general) ya no es una sorpresa pero desnuda que la profecía se cumplió: la televisión es actualidad en estado puro.

Podríamos decir que nació para eso. Es cierto: cualquier inclusión de algo como las series en la televisión de aire (y el cable sigue teniendo, salvo en su versión premium hoy fundida con las plataformas, el mismo formato que la TV y el sustento publicitario) es extemporánea y fuera del mito fundador: la realidad ante los ojos de todos en el mismo momento en que sucede. Llegamos allí, y eso implica el vivo y la opinión sobre ese vivo. Ni más ni menos lo que tenemos.

Hay algunas cosas que deben criticarse. Por ejemplo, que existan categorías múltiples que funcionan como cajón de sastre ("Juegos, Entretenimientos, Reality o Humor") que "Interés general" sea demasiado genérica o que "Magazine" termine premiando a lo que en el fondo no es más que otro noticiero en señal periodística. Pero se entiende: son rémoras de una mutación demasiado profunda como para ser notada en las formas, aunque ya está completamente definida en el fondo.

Dicho esto, la ceremonia fue muy festiva y colmada de grandes nombres. Solo en un caso no hubo alguien para recibir la estatuilla: el único premio que ganó C5N, por Sobredosis de TV, no contó con nadie que subiera al estrado. Cuestiones políticas (chicas o grandes, de la interna de la TV o de la discusión extra pantalla, da lo mismo) quizás dispusieron que casi no hubiera nadie de esa señal. Pero en el fondo no es más que un detalle: todo el mundo estuvo. ¿Qué significa esto?

Hay una realidad respecto del cable: como la TV de aire de la que ha tomado ya la forma y la economía, gran parte del lugar que ocupa ha sido tomado por las plataformas; y la información vuela más rápido en redes sociales. Sin embargo, sobrevive mejor que los viejos canales con numerito: todavía es interesante esperar un análisis, una reflexión o incluso una chicana sobre la realidad. En un país -en un momento- tan politizados como esta Argentina, los periodistas se han vuelto estrellas y las señales de cable de noticias o deportes, el telón de fondo de tres generaciones criadas en el apogeo audiovisual. No, por cierto, de las más jóvenes.

Pero ahí hay otro asunto: los triunfos de Carolina Amoroso y Diego Moranzoni, que pertenecen a una generación que reemplaza con mucha fuerza y talento a los nombres consagrados -aún vigentes, pero a punto de dar vuelta la curva de sus carreras- muestra además a personas que, con estilos muy diferentes, están sincronizados con la era digital. Hacen periodismo desde otro lado: desde el del usuario que tiene la información y necesita curarla o darle sentido, ya no del espectador desinformado. Esos dos premios especialmente dicen mucho de cuál es el futuro de la profesión y su hogar audiovisual.

Si Chiche se llevó el Oro es porque, en última instancia, fue el inventor en papel de ese periodismo "sincrónico" con el "sentir popular" (ya desde su puesto en Gente en los sesenta y setenta) que resumen el engranaje faltante para que el último destilado televisivo de realidad comentada y curada, hijo de la vieja TV y alma y organizador del cable, siga funcionando. Un símbolo, probablemente impensado, pero resumen al fin de dónde estamos parados en la época del post-zapping.

Esta nota habla de: