En un reciente y controvertido episodio, la empresa tecnológica estadounidense Microsoft ha tomado la decisión de despedir a dos de sus empleados, Riki Fameli y Anna Hattle, tras su participación en una protesta dentro de la oficina del presidente de la compañía, Brad Smith. Este evento se enmarca en una serie de manifestaciones que buscan presionar a Microsoft para que termine sus contratos con el Ejército israelí, en medio de una ofensiva que ha resultado en un alto número de víctimas en la Franja de Gaza.

La organización No Azure for Apartheid, que representa a los empleados, ha sido vocal en redes sociales sobre la necesidad de que Microsoft rescinda estos contratos, especialmente tras las acusaciones de que un programa de la empresa se utiliza para almacenar llamadas telefónicas interceptadas de palestinos. Este incidente no es aislado, ya que un día antes, siete trabajadores fueron detenidos en la sede de Redmond, Washington, por exigir el fin del uso de dicho software.

Un portavoz de Microsoft ha declarado a la cadena CNBC que los empleados despedidos cometieron una "grave violación del código de conducta" de la empresa. Según el portavoz, estos actos no reflejan lo que se espera de los trabajadores de Microsoft, y la empresa continuará investigando el asunto. El propio Brad Smith confirmó que algunos manifestantes, incluidos ex empleados, bloquearon el acceso a su oficina y colocaron dispositivos de audio en las inmediaciones, lo que complicó aún más la situación.

Con Información de Europa Press