Estreno en Disney+

Morir de placer: humor negro y drama en una miniserie audaz

Michelle Williams encabeza un excelente elenco para contar la historia real de una mujer con cáncer.

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La "pequeña muerte" (la petite mort) es una de las formas para referirse al momento posterior al orgasmo. Algo de la unión trágica, excitante, irónica y lúdica que contiene esa expresión se despliega en esta miniserie protagonizada por Michelle Williams.

Como sucede con muchas producciones de plataformas últimamente, Morir de placer (Dying for sex), que se estrena este 4 de abril en la pantalla de Disney+, está inspirada en una historia real. Es la vida de Molly Kochan, que se dio a conocer originalmente en un pódcast de Wondery creado con su mejor amiga, Nikki Boyer.

En plena sesión de terapia de pareja, mientras Molly (Michelle Williams) fantasea con el recuerdo de una relación sexual de la adolescencia (relato paralelo de una divertida voz en off), recibe la noticia que ningún paciente que estuvo enfermo quiere oir: el cáncer volvió y está en etapa IV.  Ella escucha, corta el teléfono y decide responder otro llamado: el de la necesidad de explorar por primera vez la amplitud y complejidad de sus deseos sexuales.

La propuesta logra equilibrar la comedia de humor negro con el drama crudo y encontrar el tono justo. Buena parte de eso tiene que ver con la actuación del elenco que cuenta con Williams como protagonista, encontrando tintes de luz en la oscuridad. Es más, podría decirse que, pese a las escenas muy duras (no ahorra en pormenores médicos de las etapas) que relata la serie, predomina la primera sobre la segunda, dejando una sensación de tristeza luminosa. Michelle no está sola en el equilibrismo entre la vida, el erotismo y la muerte: forman parte del casting Jenny Slate (en una gran interpretación como la amiga que la acompaña en su aventura y su tragedia, NiKKi), Jay Duplass (como Steve, el marido abandonado), Sissy Spacek (la madre), Esco Jouley (Sonya, un personaje fundamental y encantador, que es la guía de cuidados paliativos),  David Rasche (el actor de Sledge Hammer entre muchas otras series, acá en un tierno papel de doctor) y Rob Delaney (imperdible como un personaje que se convierte en amante de la protagonista).  

 

 

 

"¿Saben cuántos planes y viajes cancelé porque no me sentía bien? Ahora voy a emprender un viaje que es sólo para mí", dice Molly en uno de los episodios. En la excursión sexual hay encuentros en autos, citas desconcertantes, fiestas eróticas, sado, sumisión y mucho aprendizaje. Es también una experiencia de sanación respecto a una situación de abuso del pasado de la protagonista.

La serie está tan centrada (obsesionada) con el sexo y la muerte como su protagonista, mucho más no sabemos de otras dimensiones del personaje. Pero es más que suficiente para armar una historia que elige un ángulo novedoso y audaz para relatar una travesía final con un destino certero pero desconocido para todos los que estamos vivos en este planeta.

 

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