Nuevos riesgos para el mercado y la economía
Ya se ha hablado de problemas en el sector inmobiliario comercial y del aumento de las quiebras empresariales con el telón de fondo de la histórica subida de tipos de la Reserva Federal.
Ahora hay nuevas amenazas para la economía y la bolsa: las protestas sindicales en demanda de subidas salariales y el riesgo de un cierre del gobierno estadounidense.
Empecemos por el hecho de que los trabajadores de dos proyectos de GNL operados por Chevron han intensificado su huelga y planean nuevas escaladas en las próximas semanas.
El problema es que, si la huelga dura dos semanas, se reduciría el suministro mundial de GNL en un millón de toneladas. Como consecuencia, está claro que los precios de la energía subirán.
Dicho esto, la cuestión de la inflación podría volver al primer plano, y las esperanzas de una rápida bajada de tipos disminuirán, lo que a su vez ejercerá más presión sobre el sector empresarial y los hogares.
Pero no sólo Oceanía amenaza a la economía mundial con los efectos adversos de la lucha obrera. El sindicato de la industria automovilística estadounidense también ha emprendido su propia lucha.
Las empresas no están de acuerdo con las demandas de los codiciosos empleados y se preparan para paros de producción. Mientras tanto, toda la industria podría verse afectada.
Por último, a medida que nos acercamos al final de septiembre, crece la preocupación por un posible cierre del gobierno estadounidense.
Diferentes facciones, especialmente los conservadores, han amenazado con bloquear la financiación del gobierno a menos que se cumplan sus demandas.
Cabe mencionar que el plazo para aprobar un proyecto de ley de financiación finaliza el 30 de septiembre, lo que da al Congreso sólo 11 días hábiles para alcanzar un acuerdo.
El Senado avanza actualmente con proyectos de ley bipartidistas para aplicar este acuerdo, y es probable que reúnan más de los 60 votos necesarios para superar los filibusteros y aprobar la legislación.
Sin embargo, no se puede obligar a la Cámara a seguir el ejemplo y, por el momento, parece lejos de alcanzarse un consenso. No es de extrañar, pues, que el índice DXY haya superado los 105 puntos.
* Analista TradingView