Panorama crítico en el sector textil: caída de ventas, de producción y de empleo
Ocho de cada diez compañías redujeron su volumen de ventas. Reclaman menos presión tributaria y financiamiento
La industria textil argentina enfrenta uno de los momentos más desafiantes de la última década. Un informe elaborado por la Fundación Pro Tejer sobre el segundo trimestre de 2025 reveló caídas generalizadas en materia de ventas, producción, empleo e inversiones, en un contexto de consumo interno debilitado, presión importadora creciente y una marcada ausencia de políticas destinadas a la industria.
Las principales variables negativas, de acuerdo con lo indicado en el informe, señalan que la ventas y la producción están en retroceso y que la mitad de las empresas reportó una contracción interanual en sus ventas del 7% .
Asimismo, en los últimos dos años, ocho de cada diez compañías redujeron su volumen de ventas, con un retroceso acumulado del 28% frente a lo registrado durante el 2023.
La producción también sufrió un fuerte ajuste: la mitad de las firmas redujo su nivel un 12% promedio en un año y el retroceso llega hasta el 30% en dos años.
Como consecuencia, siete de cada diez empresas operan con menor una capacidad instalada, acusando una pérdida promedio de 24 puntos porcentuales en lo que respecta a la utilización de su potencial productivo.
El informe destaca tres factores centrales detrás del derrumbe:
Crecimiento de las importaciones: señalado por ocho de cada diez empresas como principal problema. Caída del poder adquisitivo: también mencionado por ocho de cada diez compañías. Apreciación del tipo de cambio: este factor impacta en cuatro de cada diez firmas al restarles competitividad frente a los productos importados.El efecto en el empleo también es otro motivo de preocupación. Desde finales de 2023, el 72% de las empresas debidó aplicar medidas de ajuste en sus plantillas, como la reducción de las horas extras, el cierre de turnos y los despidos, entre los principales.
En tanto, seis de cada diez firmar recortaron personal, lo que evidencia la profundidad de la crisis laboral que atraviesa el sector. La contracción también se refleja en la inversión. Siete de cada diez empresas no invirtieron en 2024 y ocho de cada diez no prevén hacerlo en 2025 debido a la elevada capacidad ociosa, la incertidumbre económica y la pérdida de mercado frente al ingreso de artículos importados.
El frente externo tampoco da respiro:nueve de cada diez firmas enfrentan dificultades para exportar, siendo el tipo de cambio y la presión tributaria los principales obstáculos.
Expectativas y pedidosLas perspectivas para el resto del año son desalentadoras: cuatro de cada diez creen que su situación empeorará, cinco de cada diez creen que seguirá igual y solo una de cada diez espera alguna mejora.
Frente a este panorama, el sector reclama medidas urgentes, entre las cuales mencionan que se avance con una reforma tributaria federal y productiva y que se establezca un control de la competencia desleal frente al ingreso de productos importados.
Asimismo, la empresas textiles solicitan una corrección del tipo de cambio que permita mejorar la competitividad e incentivos que fomenten la inversión, así como también financiamiento accesible y políticas que dinamicen el consumo interno.