Los agricultores australianos podrían enfrentar una pérdida de cultivos de más de 775 millones de dólares debido a una plaga de ratones que comenzó a apoderarse de sus campos en Nueva Gales del Sur pero también entran en las viviendas: por la noche los suelos de los cobertizos se desvanecen bajo las alfombras de ratones que corretean y los techos cobran vida con los sonidos de los arañazos.

Para tratar de evitar que los ratones lo devoren todo, el gobierno estatal ordenó 1320 galones de bromadiolona, un veneno que se fabrica en la India, está prohibido a nivel local y es considerado como altamente peligroso en la Argentina.

Sin embargo, la aprobación de un regulador del gobierno nacional aún no llegó, y existe la preocupación de que otros animales, como las águilas de cola de cuña y las mascotas de la familia, puedan estar expuestos al veneno mortal, informó Associated Press.

El ministro de Agricultura, Adam Marshall, dijo: "Estamos en un punto crítico ahora en el que si no reducimos significativamente la cantidad de ratones que están en proporciones de plaga para la primavera, nos enfrentamos a una crisis económica y social absoluta en las zonas rurales y regionales del Nuevo Sur". Gales".

"Tenemos que seguir este camino porque necesitamos algo que sea superfuerte, el equivalente al napalm para simplemente destruir a estos ratones en el olvido", dijo Marshall, refiriéndose al veneno.

Millones de ratones en el campo

Vastas extensiones de tierra en el estado de Nueva Gales del Sur de Australia están siendo amenazadas por una plaga de ratones que el gobierno estatal describe como "absolutamente sin precedentes". Cuántos millones de roedores han infestado las llanuras agrícolas en todo el estado es una conjetura.

La plaga es un golpe sin precedentes para los agricultores en el estado más poblado de Australia que fueron golpeados por incendios, inundaciones y trastornos pandémicos en los últimos años, solo para enfrentar el nuevo flagelo del ratón doméstico.

Los mismos asesores comisionados por el gobierno que ya antes ayudaron a los agricultores están de regreso ahora para colaborar a las personas a lidiar con el estrés de los ratones.

La noche, lo peor

Lo peor llega después del anochecer, cuando se activan millones de ratones que habían estado escondidos y dormidos durante el día.

"Están en el entretecho de tu casa. Si tu casa no está bien sellada, están en la cama con vos. La gente está siendo mordida en la cama", dijo un vecino.

De día, la crisis es menos aparente. Las rutas están salpicadas de ratones aplastados de la noche anterior, pero los pájaros pronto se llevan los restos. Los montones de heno se están desintegrando debido a los roedores voraces que se han excavado en el interior. Si se coloca una hoja de chatarra en un prado, una docena de ratones se escabullirán. Las veredas están sembradas de ratones muertos que han comido cebos venenosos.

Pero una constante, tanto de día como de noche, es el hedor de la orina de los ratones y la carne en descomposición.