Ambiente

Qué es el Efecto Cobra y por qué se relaciona con la decisión de esterilizar carpinchos en Nordelta

Una medida con buenas intenciones puede tener consecuencias impredecibles. Eso explica el "Efecto Cobra", un fenómeno económico que se refleja en una reciente polémica ambiental en Nordelta. El caso de las colas de ratas de Hanoi y el "Hoy no circula" que provocó un caos en México.

BAE Negocios

El Efecto Cobra es una lección clásica en economía y políticas públicas: describe las consecuencias no deseadas de una medida mal planificada.

El término se originó en la India colonial, cuando el gobierno británico ofreció recompensas por cada cobra muerta para controlar su población.

 

 

 

 

¿El resultado? Algunas personas comenzaron a criar cobras para matarlas y cobrar la recompensa. Cuando se canceló el programa, liberaron a las serpientes, lo que empeoró el problema original.

Otro caso del llamado Efecto Cobra se dio en la antigua Indochina, donde las autoridades coloniales francesas intentaron reducir la población de ratas en Hanoi ofreciendo recompensas por cada cola entregada. ¿El resultado? Muchas personas comenzaron a criar ratas para luego cortarles la cola y cobrar el dinero, lo que terminó multiplicando el problema en lugar de solucionarlo.

También ocurrió en México, con el llamado "Hoy no circula". Para combatir la contaminación del aire, México implementó un sistema que restringía la circulación de vehículos ciertos días de la semana. Pero la medida tuvo un efecto inesperado: muchas personas compraron un segundo auto —más viejo y contaminante— para poder circular todos los días, lo que incrementó la cantidad de autos en las calles y empeoró el problema original.

Precisamente, este fenómeno de Efecto Cobra se usa para ilustrar cómo una solución puede agravar el problema que busca resolver si no se evalúan correctamente los incentivos y el contexto. Y aunque suena lejano, esta lógica puede aplicarse a decisiones locales, como la reciente iniciativa del Gobierno para esterilizar carpinchos en Nordelta.

 

La medida oficial "Hoy no circula", en México, llevó a un caos vehicular (Imagen: Grok)

 

 

La esterilización de carpinchos: ¿una solución que genera otro problema?

En las últimas semanas, autoridades anunciaron su intención de controlar la población de carpinchos en Nordelta mediante esterilización.

La medida busca frenar el avance de estos animales en zonas urbanizadas, donde generan molestias a vecinos y daños a jardines.

Sin embargo, científicos y ambientalistas advirtieron que esta intervención podría generar un efecto dominó en el ecosistema del Delta del Paraná.

Los carpinchos cumplen un rol fundamental en la cadena alimenticia: son presas de depredadores naturales como yacarés, jaguares y grandes aves rapaces.

Si su población disminuye artificialmente, estos depredadores verán reducida su fuente de alimento, lo que podría empujarlos a acercarse a áreas urbanizadas o, peor aún, poner en riesgo su supervivencia.

 

De qué se alimentarán los yacarés, depredadores naturales de los carpinchos (Imagen: Grok)

 

¿Un Efecto Cobra ambiental?

Al igual que en el caso de las cobras en India, la acción impulsada con buenas intenciones —en este caso, evitar conflictos entre humanos y carpinchos— podría generar un desequilibrio mayor.

Esto es precisamente lo que define al Efecto Cobra: una política pública que, al no considerar el ecosistema completo, termina creando un problema más grave.

En este caso, además de los impactos ecológicos, podrían surgir efectos sociales y políticos si la medida se percibe como un atentado contra la biodiversidad o una decisión impulsada más por los intereses inmobiliarios que por la ciencia.

 

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