Reino Unido se plantea eliminar la residencia permanente para inmigrantes

El gobierno de Keir Starmer evalúa nuevas exigencias para las personas que busquen emigrar a Reino Unido. Mientras tanto, Reform UK promete eliminar el permiso definitivo

BAE Negocios

El gobierno de Keir Starmer evalúa imponer reglas más duras para quienes aspiren a vivir de manera permanente en el Reino Unido. La ministra del Interior, Shabana Mahmood, adelantó que propondrá limitar el acceso al permiso de residencia indefinida, disponible hoy tras cinco años de estadía legal. 

Según los lineamientos que presentará en el congreso laborista, solo podrían acceder quienes cumplan las siguientes condiciones:

Aportar a la seguridad social Tener un dominio avanzado del idioma inglés Ausencia de antecedentes penales Historial de participación comunitaria

El Ejecutivo también analiza excluir de la posibilidad a quienes reciban beneficios estatales. La consulta pública sobre la iniciativa se abrirá antes de fin de año.

En paralelo, el partido populista de derechas Reform UK, que lidera las encuestas con un 28% de intención de voto frente al 21% de los laboristas y el 17% de los conservadores, anunció que eliminará el “Indefinite Leave to Remain” (ILR) si llega al poder en las elecciones de 2029. 

El líder de la formación, Nigel Farage, explicó que los migrantes deberán renovar visados cada cinco años, con mayores exigencias en el manejo del inglés y con umbrales salariales más altos. También propuso excluirlos del sistema de ayudas sociales, lo que según cálculos de un centro de estudios ligado al thatcherismo supondría un ahorro mínimo de 234.000 millones de libras.

Farage busca capitalizar el malestar ciudadano con un discurso que denuncia la llamada “ola de Boris”: los 3,8 millones de migrantes que arribaron al Reino Unido durante el mandato de Boris Johnson tras la implementación del sistema por puntos derivado del Brexit. Según su partido, la mitad de esos recién llegados no trabaja y al menos 800.000 podrán solicitar el ILR entre 2026 y 2030, lo que garantizaría acceso de por vida al estado de bienestar.

Ante ese escenario, Reform UK plantea elevar de cinco a siete años el requisito para obtener la ciudadanía y crear un visado restringido para casos de escasez aguda de mano de obra cualificada. El jefe de Política del partido, Zia Yusuf, aseguró que solo un gobierno de Farage “detendrá la ola de Boris y pondrá a los británicos en primer lugar”.

El Ejecutivo de Starmer, en respuesta, también estudia alargar a diez años la permanencia necesaria para acceder al ILR. El primer ministro acusó a Reform de promover un plan “racista de deportaciones masivas” que “rompería al país”, pero lo cierto es que la presión política lo empuja a endurecer su agenda migratoria. 

La cuestión migratoria sigue ocupando un lugar central en la agenda británica desde el referéndum de 2016 que definió el Brexit, y pese a las promesas de control, el flujo neto de llegadas marcó niveles récord en los últimos años.

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