La Freddie Mercury Estate Sale asoma al mercado mundial para subastar la letra original de "We Are the Champions", el himno con que Queen cerraba sus shows en vivo. Esa pieza, trajes y obras de arte coleccionadas por el cantante nacido en Zanzíbar serán puestas a la venta pública al mejor postor. El monto previsto para el total de la subasta: 6.000.000 de libras esterlinas, algo más que 7.320.000 millones de dólares.

Dirán los “resultadistas” que el suceso de la película “Bohemian Rapsody” también elevó toda cotización posible. Y si se permite una comparación simpática, el mundo queenero también experimenta por estas horas su “corrida cambiaria”, ya que para comercializar tal millonaria venta la casa de subastas Sotheby's está planeando una exhibición inmersiva sobre el músico en Londres. Mercury tenía una adicción por la compra de objetos de arte, la cual no ocultaba en cuanta ciudad le tocara visitar ya sea con Queen, como en la Argentina en 1981, o en algún viaje turístico.

Fue así que atesoró relojes Fabergé, pinturas victorianas y xilografías japonesas que ahora se subastan. Los lotes a subastar incluyen borradores de algunas de sus canciones, además de “Somos los Campeones” y también los trajes que Mercury vestía en los conciertos, pero realza en la oferta pública la mítica corona que Mercury llevó durante la última gira de Queen en 1986.

Por estas horas dicha corona elevó también su cotización por un valor histórico especial y que la casa de subastas destaca. En efecto, dicha pieza se exhibirá en las ventanas de Sotheby's New Bond Street desde hoy hasta el 5 de mayo, en la antesala para la consagración del rey Carlos. La corona la realizó una de las vestuarias preferidas de Mercury y está inspirada en la pieza con la que se consuman las coronaciones en el Reino Unido.

Algunos adjudican la creación de esa corona a Zandra Rhodes, una vestuarista británica conocida por sus diseños coloridos y extravagantes, y que colaboró con Mercury durante muchos años, diseñando algunos de los icónicos trajes que usó en el escenario.

Otros biógrafos de Queen adjudican la creación al japonés Rei Kawakubo, fundador de la marca Comme des Garçons.

Previo a la subasta el público podrá visitar una exhibición cronológica con piezas notables de la colección que eran parte de su casa Garden Lodge, en el barrio de Kensington.

Los puntos de exhibición mundial incluyen Nueva York, Los Ángeles y Hong Kong, y la subasta se iniciará el 4 de agosto hasta el 5 de septiembre en la sede de Sotheby's en calle Bond Street.

Una parte de las ganancias que resulten de la subasta se donarán a una organización benéfica, "Mercury Phoenix Trust" (lanzada en el Tributo a Bulsara que se realizó en el estadio de Wembley en abril de 1992), y a la fundación del cantante y amigo de Mercury, la "Elton John Aids Foundation". Las dos organización trabajan en la lucha contra el HIV.

Mary Austin, amor y heredera de Mercury

Mercury falleció en 1991, su “love of my life” y amiga de toda la vida, Mary Austin, mantuvo todo lo que poseía en su casa de Londres, la maravillosa residencia “Garden Lodge” una cita para todos los hinchas y fanáticos globales de Queen que incluso llegan a Inglaterra sólo para pisar las cercanías de ese lugar.

“Durante muchos años, tuve el privilegio de vivir rodeado de todas las cosas maravillosas que Freddie buscaba y amaba. Pero los años han pasado y ha llegado el momento de la decisión de cerrar este capítulo tan especial en mi vida. Era importante para mí hacer esto de una manera que siento que a Freddie le hubiera encantado. No había nada que le gustara más que una subasta”, reflexionó Austin en un comunicado sobre los motivos que la llevaron a lanzar la venta.

Cómo un golpe de mercado planetario, donde se conjugan el arte, la mística y los valores duros de mercado el miécoles pasado Austin dijo que estaba lista para vender sus pertenencias en Sotheby's este otoño.

Mary Austin no la ha tenido fácil, más allá de ser la depositaria gran parte de la herencia económica de Bulsara, años de trámites que incluso detalló en declaraciones a medios periodísticos británicos, el amor y odio en partes casi equivalentes de los admiradores de Mercury como también su vida.

Porque el líder de Queen, más allá de que definiera ante ella su condición de homosexual, jamás se alejó de su vida, cuestión que las parejas posteriores de Austin en muchos casos no soportaron.