El gobierno chino emitió directivas para eliminar el uso de chips de las compañías estadounidenses Intel y AMD en los ordenadores y servidores de los funcionarios del país, según informó el diario Financial Times.

Las órdenes de Beijing también apuntan a dejar de lado el sistema operativo Windows y el software de bases de datos de fabricación extranjera en favor de opciones nacionales, en lo que sería un nuevo capítulo de la intensa rivalidad entre el gigante chino y Estados Unidos, en especial en materia tecnológica.

De acuerdo al Financial Times, el gobierno chino ha solicitado a los organismos públicos de ámbito superior al municipio que incluyan criterios que exijan procesadores y sistemas operativos "seguros y fiables" a la hora de realizar sus compras.

 

Subsidios

A finales de diciembre, el Ministerio de Industria chino ya emitió un comunicado con tres listas separadas de CPU, sistemas operativos y bases de datos centralizadas considerados "seguros y fiables" por tres años a partir de la fecha de publicación, todas ellas de empresas chinas, según publican medios internacionales.

Por su parte Estados Unidos busca aumentar la producción nacional de semiconductores y reducir la dependencia de China y Taiwán. El gobierno de Joe Biden ha promovido de hecho una nueva legislación para impulsar los semiconductores estadounidenses, con ayudas y subvenciones a la producción nacional de chips.

En ese contexto, Washington llegó a un acuerdo preliminar con Intel para darle hasta 8.500 millones de dólares en financiación directa, junto con 11.000 millones de dólares en préstamos.

 

Batalla

Los semiconductores se han convertido en una industria estratégica para las grandes economías mundiales, también para la Unión Europea, bastante por detrás de Estados Unidos en su producción y desarrollo. Los chips son además una pieza clave en el pujante sector de la inteligencia artificial, vista de forma unánime como la tecnología del futuro, aplicable a múltiples ámbitos de la economía.

La posible inclusión de empresas chinas de chips en la lista de sanciones estadounidenses, especialmente aquellas relacionadas con Huawei, es vista por China como una forma de politizar y armamentizar las cuestiones económicas y tecnológicas. Este enfoque, según el portavoz chino, daña el orden mundial de la economía y el comercio.

Por una parte, China ha dejado claro que tomará las medidas que considere necesarias para proteger los intereses legítimos de sus empresas. Asimismo, ha instado a Estados Unidos a evitar acciones que violen las normas económicas y comerciales internacionales.