En un ejemplo real: para una escapada a San Nicolás de los Arroyos, el destino de turismo religioso más importante del país, tenés dos excelentes opciones terrestres. Un pasaje de micro desde Buenos Aires se consigue desde $9.500 y el viaje dura unas 4 horas.En cambio, el tren, aunque tarda un poco más (4.5 horas), tiene un precio imbatible: $3.100 en primera.

¿Por qué conviene cada opción?

Primero, por el precio. El tren es la opción más barata por escándalo. Es ideal para peregrinos y viajeros con un presupuesto ajustado. El micro, por su parte, ofrece una enorme ventaja: la frecuencia. Hay decenas de servicios diarios, mientras que el tren tiene horarios más limitados.

¿Y la plata?

La diferencia es contundente. Con lo que cuesta un pasaje de micro, casi tres personas pueden viajar en tren. Este ahorro permite a los visitantes destinar más presupuesto a disfrutar de la ciudad o a realizar compras en los comercios locales.

 

¿Y si tengo mucho equipaje?

Tanto el tren como el micro son excelentes opciones. Ambos incluyen una franquicia de equipaje que para la mayoría de los viajeros es más que suficiente, una gran ventaja sobre las aerolíneas.

¿Viajar con familia o en grupo conviene?

Para grupos grandes de peregrinos o familias que buscan el máximo ahorro, el tren es la opción ideal. El micro, con sus múltiples horarios, ofrece la flexibilidad necesaria si el grupo necesita salir en un horario específico que el tren no cubre.

Tips finales para aprovechar:

Comprá los pasajes de tren con la mayor antelación posible, especialmente cerca de fechas religiosas importantes. Si vas en micro, compará precios entre las distintas empresas para encontrar la mejor oferta. No te pierdas de caminar por la costanera de San Nicolás, a orillas del río Paraná. Además del Santuario de la Virgen del Rosario, visitá el histórico Teatro Municipal. El viaje es corto, por lo que un asiento semicama en el micro es más que suficiente para ir cómodo.

San Nicolás es un destino de paz y espiritualidad. Hoy, gracias al tren, llegar es más accesible que nunca, permitiendo que más fieles y turistas puedan visitar la ciudad.