Semana decisiva antes del balotaje en Brasil
Mientras el presidente Jair Bolsonaro repunta en los sondeos, el ganador de la primera vuelta, Lula da Silva, parece atrapado en la "burbuja de la izquierda"
Los dos contendientes del balotaje del próximo domingo en Brasil, el actual mandatario Jair Bolsonaro y el ex presidente y ganador de la primera vuelta, Lula da Silva, encaran la última semana de campaña con panoramas muy distintos cada uno de ellos
Y es que Bolsonaro tiene posibilidades serias de ser reelegido como presidente de Brasil, asegura el medio español El Mundo, que señala que si bien Lula sigue siendo el favorito, el margen se ha achicado ante un Bolsonaro que vino creciendo en las últimas semanas.
"Si en la primera vuelta todavía se percibía un temor entre los bolsonaristas a que Lula pudiera ganar en la primera vuelta, el clima ahora es de optimismo", destacó este fin de semana Folha de São Paulo, un medio que no puede ser acusado de bolsonarista: el actual presidente se dedicó a atacarlo un día sí y otro también a lo largo de sus cuatro años en el Palacio del Planalto.
Obstáculos
Tampoco puede ser considerada bolsonarista Marta Suplicy, amiga de Lula y figura histórica del Partido de los Trabajadores (PT), dice el medio español. Ex alcaldesa de Sao Paulo, ex ministra de Lula y de Dilma Rousseff y actual directora de Relaciones Internacionales de la mayor ciudad brasileña, Suplicy ve con temor el tramo final de la campaña.
"Lula viene a mi casa, y yo le doy consejos que no sigue", le dijo Suplicy a El Mundo, y a sus 77 años analiza sin prejuicios la realidad política de Brasil.
El ex presidente debió "ampliar" su coalición, pero "no hizo lo que debía", se lamenta la ex diputada. "Es difícil ganar sólo con la izquierda, mantenerse en la burbuja de la izquierda", añadió. "Y ahora se ven los resultados, lo que siempre hemos dicho, que está todo muy parejo con Bolsonaro y que no hacía falta esto. Lula podría haber ganado en la primera ronda si se hubiera ampliado como sugerí", agrega.
Suplicy dice que el propio Lula le dijo coincide con ese análisis, pero hay fuerzas en su partido que le impidieron tomar ese camino. "Él está de acuerdo, pero hay un una burbuja que no lo acepta. Creo que ganará, pero será muy ajustado", recalca la dirigente.
Pasado vs. futuro
Como contrapartida, se menciona la fuerte irrupción en la campaña de la centroderechista Simone Tebet, quien quedó tercera en la muy polarizada primera vuelta y que en los últimos días realiza fuertes discursos en defensa de Lula, ya que, a su entender, cuatro años más de Bolsonaro en el Planalto serían un peligro para la democracia.
Otro punto en contra que se menciona es que la coalición liderada por el PT lleva adelante una campaña nostálgica, en la que más que hablar del futuro, Lula se dedicó a defender sus dos presidencias entre 2003 y 2011, prometiendo que si resulta elegido hará lo mismo.
Bolsonaro, en cambio, habla de temas más cercanos en el tiempo: "Brasil tiene una de las gasolinas más baratas del mundo y lleva tres meses consecutivos de deflación". Esos datos económicos, sumados al electoralista incremento de los subsidios sociales a los sectores más postergados, están contribuyendo a acercar al presidente en las encuestas, que fallaron gravemente en la primera vuelta al subestimar el caudal de votos del candidato de la derecha.
Y e que las últimas encuestas marcan un 49% de intención de voto para Lula contra un 45% de Bolsonaro, y tomando en cuenta que el margen de error es de dos puntos hacia arriba o hacia abajo, se puede decir que se está ante un empate técnico.
Debates
Si Lula muestra el apoyo de muchos referentes del mundo de la cultura, Bolsonaro cuenta con el impulso cada vez más entusiasta del futbolista Neymar y un muy intenso protagonismo de Michelle. La primera dama fue decisiva para reducir daños en el 'affaire' de las adolescentes venezolanas, a las que el presidente marcó como prostitutas cuando solo se estaban vistiendo y maquillando un sábado por la mañana, como tantas jóvenes en el mundo a su edad.
Aunque Lula tildó de pedófilo al presidente, la estrategia no parece haber funcionado. Con posibilidades de hacer crecer su ya importante caudal de votos en el sur del país, Bolsonaro trabó un acuerdo con alcaldes e iglesias evangelistas para reducir su desventaja en el Nordeste, clave para el resultado de 48,4% contra 43,2% a favor de Lula en la primera vuelta. Las últimas encuestas muestran que esa estrategia, sumada al aumento de los subsidios sociales, le está funcionado al presidente.
Además Bolsonaro tendrá gran presencia en la televisión en estos días finales, dado que Lula renunció a participar en los próximos dos debates, los que se convertirán en entrevistas al presidente en el horario de máxima audiencia.
El momento clave será el próximo viernes 28, cuando Lula y Bolsonaro coincidan para el debate de cierre en la TV Globo, a solo dos días de que 156 millones de brasileños sean convocados a las urnas.