El Senado se prepara para protagonizar un hecho político inédito en más de dos décadas: este jueves rechazará el veto presidencial a la ley de emergencia en materia de Discapacidad, lo que marcará el fin de un período de 22 años en que el Congreso no desafiaba al Poder Ejecutivo de esa manera.

La última vez que se dio un episodio similar fue el 12 de marzo de 2003, durante la presidencia de Eduardo Duhalde. En aquel momento, el Parlamento insistió con la ley 25.715, que reducía los aranceles de importación del azúcar, pese a que el mandatario interino había decidido vetarla en forma total.

En esta ocasión, la pulseada gira en torno a una norma que extiende hasta el 31 de diciembre de 2026 la emergencia en Discapacidad. La iniciativa había sido aprobada por amplia mayoría en la Cámara de Diputados, 172 votos afirmativos, pero fue vetada por el Gobierno con el argumento de que generaba un “desequilibrio fiscal”.

Según cálculos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, el costo de la ley podría representar entre 0,25% y 0,45% del PBI, aunque reconocen que el impacto real es difícil de estimar debido a medidas complementarias incluidas en el texto.

Pese a la resistencia oficial, la presión social fue determinante: organizaciones y familias de personas con discapacidad realizaron múltiples marchas en rechazo al aumento de los valores de las prestaciones y reclamaron el pago de deudas acumuladas.

El presidente Javier Milei lleva seis vetos en lo que va de su gestión: dos vinculados a mejoras jubilatorias, uno al incremento del presupuesto universitario, otro a la moratoria previsional, además de la ayuda a los inundados en Bahía Blanca y la emergencia en Discapacidad. En los casos previos, había logrado sostener sus decisiones con el tercio de votos necesarios.

La sesión del Senado, convocada para las 11, pondrá a prueba la cohesión de la oposición y marcará un punto de inflexión en la relación entre el Congreso y la Casa Rosada.