En el Salón de Comidas de Estado de la Casa Blanca, el presidente de EEUU, Donald Trump, encabezó una cena que reunió a los principales ejecutivos de la industria tecnológica. El encuentro sirvió como escenario para el anuncio de compromisos millonarios en inteligencia artificial y para afianzar la relación del mandatario con Silicon Valley.

Trump abrió la velada con un mensaje dirigido a las compañías del sector, centrado en un tema clave: la disponibilidad de energía para alimentar los centros de datos que demanda la expansión de la IA. “Estamos haciendo que sea muy fácil para ustedes en términos de capacidad eléctrica y permisos. Le llevamos mucha ventaja a China, realmente una gran ventaja”, afirmó.

Alrededor de la mesa se sentaron figuras de primer orden: Mark Zuckerberg (Meta), Tim Cook (Apple), Sundar Pichai y Sergey Brin (Alphabet), Satya Nadella y Bill Gates (Microsoft), y Sam Altman (OpenAI), entre otros, según reveló Bloomberg.

Zuckerberg y Cook, los protagonistas

Trump le dio la palabra primero a Zuckerberg, quien destacó: “Todas las compañías aquí presentes estamos haciendo enormes inversiones en el país para construir centros de datos e infraestructura que impulsen la próxima ola de innovación”. Consultado por el mandatario sobre el volumen de esa apuesta, el CEO de Meta precisó: “Al menos USD 600.000 millones” hasta 2028.

El Presidente reaccionó con sorpresa: “Eso es mucho”. En los últimos días había promocionado la construcción de un centro de datos de Meta en Luisiana, valuado en USD 50.000 millones.

Cook también puso sobre la mesa cifras contundentes. Apple comprometió USD 600.000 millones en manufactura local, tras sumar el mes pasado un nuevo plan de USD 100.000 millones. “Gracias por establecer el tono que nos permitió hacer una inversión de esta magnitud”, dijo el ejecutivo. Trump, a su vez, deslizó que ese compromiso le otorgará a la empresa ventajas frente a los aranceles que su administración proyecta aplicar a las importaciones de semiconductores.

Un plan para dominar la IA

Bloomberg aseguró que el acercamiento de Trump al sector no es casual. En julio, su asesor para IA y capitalista de riesgo, David Sacks, presentó un plan integral que busca reducir la regulación, aumentar la investigación y producción energética y garantizar la supremacía estadounidense frente a China.

En esa línea, la Casa Blanca celebró la decisión de Hitachi Energy de invertir más de USD 1.000 millones en infraestructura eléctrica para sostener la creciente demanda de los centros de datos.

Trump también recordó que las compañías que se comprometan con inversiones locales podrán recibir alivios arancelarios, en un contexto de crecientes tarifas a las importaciones con el fin de fomentar la producción doméstica de bienes críticos.

Un vínculo con historia reciente

El lazo entre el Presidente y los gigantes tecnológicos se remonta a su asunción, cuando Zuckerberg, Cook y Pichai ocuparon lugares destacados tras haber aportado millones a la ceremonia de inauguración. Ahora, con las elecciones legislativas del próximo año en el horizonte, la Casa Blanca busca volver a tender puentes con las billeteras más influyentes de Silicon Valley.