Vacunación

Sputnik V: ¿Y por qué no dar dos primeras dosis?

Las vacunas de AstraZeneca y Sinopharm funcionan con dos componentes iguales. Ante la falta relativa que hay del componente 2 de la Sputnik en relación al componente 1, ¿sería posible eso con el fármaco ruso? Por qué los expertos coinciden en que sí, pero que no valdría la pena

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A diferencia de las vacunas de AstraZeneca y Sinopharm, la vacuna rusa Sputnik V utiliza componentes distintos para cada una de sus dos dosis. Sin embargo, se registró hasta ahora una diferencia entre la disponibilidad de cada uno, ya que llegaron al país cuatro primeras dosis del fármaco por cada segunda dosis. Entonces, ¿por qué no dar dos dosis 1 de la vacuna rusa y listo?

En verdad, según los expertos, esto sería perfectamente posible y seguro, pero aun así no sería estratégicamente la mejor opción.

El porqué radica en los beneficios de la combinación de vacunas, posibilidad que el Gobierno explorará oficialmente en las próximas semanas a partir de una investigación que se llevará a cabo en todo el país.

La cuestión con el componente 2 de la Sputnik V

El tema se plantea por el bache que hay entre la cantidad de personas que recibieron el componente 1 de la vacuna rusa y las que recibieron el componente 2. Según las cifras oficiales, Argentina obtuvo desde diciembre 8.234.670 primeras dosis contra 1.890.160 segundas dosis del fármaco.

Obviamente cierta diferencia es lógica, pues las dos dosis no se reciben al mismo tiempo. Pero Rusia está priorizando la fabricación del componente 1, por lo que ya hay personas en condiciones de recibir el componente 2 que todavía no lo hicieron. Según el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, hace diez días estas eran unas 330.000.

Ese grupo alcanzará a ser inmunizado con las 350.000 segundas dosis que llegaron desde Moscú la semana pasada. Pero la cantidad de gente “en plazo” para completar su esquema con la vacuna rusa aumentará en las próximas semanas conforme al avance que tuvo la campaña de vacunación en abril y mayo.

Sucede que, para obtener una protección más completa ante la llegada de la variante Delta, el Gobierno se propuso acelerar la inmunización con las segundas dosis de todas las vacunas, acordando bajar de 12 a ocho semanas (o a cuatro en el caso de la Sinopharm) al plazo para hacerlo.

 

Esto podría ser complicado en el caso de quienes recibieron solo el componente 1 del fármaco fabricado por el Instituto Gamaleya: no solamente Rusia prioriza la producción de primeras dosis, sino que además las segundas dosis son más difíciles de producir.

Según el propio Marcelo Figueiras, presidente de Richmond, el segundo componente “es más difícil de fabricar, por un tema de rendimiento y de escala”. “Hay un problema industrial en el fermentado que tiene mucho menos rendimiento. Entonces cada 10 lotes del componente 1 hacen hasta siete veces menos que el dos", explicó.

A pesar de eso, el laboratorio que dirige finalizó este martes un primer lote de 150.000 dosis del segundo componente, aunque, a comparación, fabricó 1 millón de dosis del componente 1.

Más allá de estos problemas, en otro sentido los vacunados con una dosis pueden tener cierta tranquilidad. “Las células de memoria no se mueren a la semana siguiente (del intervalo recomendado entre dosis), algunas duran años. La segunda dosis es importante para  alcanzar una mayor magnitud y calidad de respuesta estimulando las células de memoria activadas en la primera dosis. El efecto final que obtiene el individuo con la segunda dosis es el mismo si se la da a las 12 semanas o a las 15, seguramente”, explica Lucía Cavallaro, directora del departamento de Microbiología, Inmunología, Biotecnología y Genética de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA.

¿Puede ser inseguro usar dos dosis 1 de la Sputnik V?

No, coinciden los expertos. Completar el esquema de vacunación con dos dosis 1 de la vacuna rusa sería perfectamente seguro.

“Usar dos dosis iguales (de la Sputnik V) no haría daños, pero no lograría el índice de inmunidad descripto (al dar el componente 1 y el 2)”, señala Hugo Pizzi, infectólogo y profesor de la UNC.

Lo mismo explica Cavallaro: “Inseguro no sería en absoluto. Pero sí se lograría una menor eficacia que la obtenida para la Sputnik V, que usa dos adenovirus replicativos distintos entre la primera y la segunda dosis”.

“Se puede hacer la estrategia (de dar dos dosis 1 del fármaco ruso)”, concuerda Mario Lozano, virólogo e investigador del Conicet. De hecho, tanto él como Pizzi también apuntan que este esquema permitiría alargar el tiempo de inmunidad, tal como sucede al darse las dos dosis iguales de AstraZeneca.

Entonces, ¿por qué no dar dos dosis 1 de la Sputnik V?

Sin embargo, a pesar de lo anterior, tanto Cavallaro como Pizzi y Lozano coinciden en que no tiene demasiado sentido explorar la opción de dar dos primeras dosis de la vacuna rusa. ¿Por qué?

La razón es que, teniendo Argentina disponibilidad de otras vacunas, a falta del componente 2 de siempre convendrá explorar la combinación del componente 1 de la Sputnik V con alguna fabricada por otro laboratorio.

“El éxito de la Sputnik V radica en que, al ser de dos dosis distintas, impacta exitosamente en la formación de anticuerpos”, señala Pizzi.

Lozano explica la desventaja relativa de las vacunas que combinan dos dosis iguales a través del ejemplo de AstraZeneca: “Cuando nos dan la segunda dosis de AstraZeneca con el mismo adenovirus que la primera, nuestro sistema inmune bloquea parte de la vacuna que ingresa. Entonces el efecto global es menor que si nos dieran un adenovirus diferentes en la segunda dosis. Por eso la Sputnik V es un poco más eficiente”.

En ese sentido, subraya que el fármaco fabricado por el Gamaleya “ya se diseñó como una vacuna combinada en sí misma, para que la segunda dosis no sea igual a la primera”.

Del mismo modo, Cavallaro expresa que “no tiene sentido combinar dos veces la primera dosis de la Sputnik V porque su objetivo es utilizar dos adenovirus no replicativos distintos y de esa manera lograr una eficacia mayor que la que se obtiene para otra vacuna similar como la de AstraZeneca, que consiste en dar dos dosis iguales”.

Por eso, la experta considera que la combinación de la Sputnik V con la de AstraZeneca seguramente permitirá mejorar la eficacia obtenida con el esquema habitual de esta última. Con ese propósito se iniciaron ensayos clínicos de combinación de ambas vacunas entre Rusia y el laboratorio anglo-sueco, aunque todavía no se tienen los resultados. Cavallaro también confía en las ventajas que podría tener combinar el primer componente de la Sputnik V con la de Cansino Biologics, aunque no así con la de Johnson & Johnson (Janssen), que es básicamente el mismo virus que el componente 1 de la vacuna rusa.

 

De hecho, resalta Lozano, “en vacunología hay mucho consenso en que la combinación de dosis de vacunas diferentes es bastante eficiente en términos de generar inmunidad”.

Por ahora, sin embargo, esa posibilidad no está aprobada en Argentina. "Cuando se tengan los resultados se podrán recomendar sin duda las combinaciones más beneficiosas”, aduce Cavallaro. Al estudio que llevará adelante el Gobierno nacional se le suma otro que hará la Ciudad de Buenos Aires.

Ante la consulta de BAE Negocios acerca de la posibilidad de aplicar dos dosis 1 de la Sputnik V, el Ministerio de Salud hizo hincapié en que el fármaco desarrollado por el Instituto Gamaleya utiliza dos dosis diferentes y destacó precisamente el estudio que se llevará a cabo para evaluar la combinación de vacunas distintas.

BAE Negocios también preguntó al Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) si evaluó en algún momento a aplicación de dos dosis del componente 1 en lugar de las dosis 1 y 2, pero no obtuvo respuesta.

En este panorama de potencial combinación de vacunas, de llegada continua de vacunas al país y de fabricación local del componente 1 y 2 de la Sputnik V, Cavallaro considera que está mal hablar de “escasez” de la segunda dosis: “Es un mal término porque no es totalmente cierto y genera incertidumbre y angustia en el que recibió la primera dosis”. “Hoy, mientras se evalúa en forma controlada la combinación de distintas vacunas, debemos trabajar para transmitir confianza en la seguridad y eficacia de todas las vacunas disponibles. Es necesario para controlar la pandemia que todos se vacunen, para que podamos cortar la circulación del virus en la población".

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