Todos querían todo, todos ganaron: el detrás de escena del Congreso del PJ en Merlo
La frase, repetida casi como un slogan por varios de los representantes de las distintas tribus del peronismo de la Provincia de Buenos Aires, resume el resultado de las idas y vueltas de las negociaciones para que se alcanzara la unidad, aprobada por ovación en el Congreso y tejida con paciencia y precisión durante el encuentro previo en el edificio de la Municipalidad de Merlo.
El Congreso del PJ bonaerense, que es el órgano máximo del partido y sin cuya aprobación nada puede prosperar, transcurrió sobre rieles: la aclamación de los más de 690 congresales a la propuesta de “Unidad, unidad, unidad”, lanzada por el presidente del Congreso, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, y consensuada previamente con los representantes de Máximo Kirchner y de Axel Kicillof, tuvo como respuesta la unánime aceptación de todos los congresales.
Atrás habían quedado largas horas de pacientes propuestas y de fina ingeniería política.
Desde temprano, en la sede del municipio de Merlo, que encabeza Gustavo Menéndez -anfitrión del Congreso en un teatro no muy lejano de allí-, entre medialunas, mate, té y mate cocido, los representantes del presidente del partido, Máximo Kirchner, y los del gobernador bonaerense Kicillof, habían atravesado el Sinaí de los recelos, una desconfianza nacida a lo largo de múltiples desencuentros, y hasta de cuestiones personales, y habían llegado a buen puerto, inimaginable en las 48 horas previas.
“El comienzo fue desalentador”, sostuvo uno de los participantes del sector camporista: “Empezó tensionado y se tensionó más todavía”, agregó.
Los decibeles comenzaron a bajar cuando hubo una propuesta a la que todos calificaron de inapelable. “Si queremos la libertad de Cristina, el único modo de derrotar al Partido Judicial que la tiene presa es ganar las elecciones. Y lo único que nos permite es llegar todos unidos. De modo que trabajemos para que eso pase”, propuso Fernando Espinoza.
“Empecemos por ahí”, dijeron desde el lado de Máximo. “Es el camino”, coincidieron los representantes de Axel.
“Había que tejer sin que se te escape un punto”, graficó una intendenta. “Por suerte, arrancamos bien el tejido”, agregó con una sonrisa.
Se avanzó “puerta por puerta”. Era complicado. Todos querían todo.
Con paciencia, y sobre todo con respeto por cada sector, se fue avanzando. Cada metro cedido por un sector era equivalente a cada metro cedido por el otro.
Y ahí fue que nació el slogan. Tras una serie de planteos de Mayra Mendoza y de Gabriel Katopodis, Gustavo Menéndez apoyó una moción que hizo Fernando Espinoza: “Cedamos todos, así ganamos todos”.
Poco a poco se pudo ir avanzando. Y así como en el PJ las diferencias son temibles, las coincidencias son arrasadoras.
Poco después, el Congreso lo ratificaría y la unidad, que parecía una utopía hasta el día anterior, se concretó en realidad.
“Al final, ganamos todos”, dijo una funcionaria muy cercana al gobernador. “Hubo buena ingeniería política”, reconoció un representante de Máximo.
Al finalizar la reunión salieron de la municipalidad de Merlo todos juntos en una combi rumbo al congreso y al empezar el mismo, se habló de “unidad, unidad, unidad”.
Estas palabras fueron dichas por el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, y el presidente del congreso, Fernando Espinoza, las cuales fueron ovacionadas por todos los congresales.