Los industriales plantearon dos ejes en el desafío financiero de las empresas: la oferta de crédito a baja tasa de interés, que sirva para poner en marcha la producción ante una mejora de la demanda en una eventual reactivación económica; y la desburocratización de los requerimientos, para poder acceder a las líneas ofrecidas por los bancos sin la necesidad de invertir tiempo y recursos humanos en un trámite "que en el mundo es mucho más sencillo de sortear".

En declaraciones a BAE Negocios, el presidente de la UIA Joven y empresario textil, Tomás Karagozian, afirmó que en el corto plazo las fábricas argentinas necesitan "dinero accesible para capital de trabajo porque hay algunos sectores que están teniendo un aumento en la demanda y sin capital de trabajo habrá un problema de oferta".

Pero al mismo tiempo señaló que "estructuralmente muchos industriales han bajado la capacidad y se va a necesitar capital para modernizar tecnología y para aumentar capacidad", por lo que dijo que será "necesario generar accesibilidad también a partir de la reducción de la burocracia porque se deben invertir mucho tiempo para lograr acceder"

La preocupación de los industriales en el financiamiento no es novedosa aunque un informe de la UIA mostró que se instaló una "brecha" entre las empresas que durante la cuarentena pudieron acceder a créditos beneficiosos de aquellas que aumentaron peligrosamente su stock de deuda por obtener tasas poco beneficiosas.