Tras 12 meses hubo superávit de cuenta corriente, pero no compensó a la fuga

El adelanto de exportaciones de junio que generaron las retenciones al 26% el mes pasado, que disparó la liquidación a un nivel inédito desde el dólar soja de septiembre del 2022, ayudó a cambiar el signo de esta variable clave de la estabilidad económica, que dejó un superávit de USD2.158 M. Paradójicamente, no alcanzó para festejar: con cepo parcialmente removido, la fuga dio un fuerte salto y llegó a USD4.051 M, casi el doble

mcortiz

Junio fue un punto de quiebre positivo para la dinámica externa ya que, después de 12 meses de rojo sostenido en la cuenta corriente, finalmente se consiguió un alivio y hubo superávit de USD2.158 millones, de la mano de la baja en ese entonces temporal de las retenciones y una mejora  leve en la competitividad del tipo de cambio. Por primera vez en un año la economía real generó más dólares que los que gastó. Sin embargo, la dinámica creciente de la compra de dólares para atesoramiento, tras la salida parcial del cepo, ahogó los festejos: ese superávit fue casi la mitad de la fuga del mes, que llegó a USD4.051 M, generando una fortísima demanda de divisas.

Esa ecuación termina dando positiva si a los números de la cuenta corriente y la fuga se le suman los préstamos que obtuvo el sector privado y el Gobierno a través de los Bontes y los organismos internacionales. El jefe de Estrategia de Cohen Aliados Financieros, Martín Polo, dijo: “Fue muy fuerte adelanto de exportaciones. Lo mismo ocurrirá en julio y lo opuesto ocurrirá en lo que queda del año. El adelantamiento de exportaciones elevó el superávit de bienes que, sumado al ingreso por préstamos, más que compensó la salida por servicios y Formación de Activos Externos (FAE)”. Vía préstamos entraron USD2.210 M por organismos y USD1.360 M por privados y USD1.161 M por operaciones del Gobierno nacional.

El Gobierno sufrió durante 12 meses salidas de dólares por la vía de la cuenta corriente, que incluye el balance comercial de bienes, los servicios, con el turismo a la cabeza, y los pagos de intereses de la deuda. En ese año que fue de mediados del 2024 a la mitad exacta del 2025, se perdieron USD12.271 M por esa vía. El Gobierno se encargó de conseguir esas divisas por la vía financiera, es decir por endeudamiento y por el blanqueo.

En abril, al drenaje de la cuenta corriente se le sumó una canilla que hasta ese entonces había permanecido virtualmente quieta: la demanda de la formación de activos externos, es decir la fuga, que para colmo no dejó de crecer. Se fueron USD2.021 M en abril, USD3.226 M en mayo y USD4.051 M en junio.

El director socio de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez afirmó: “Más de USD4.000 M de formación de activos externos en junio y hay gente que quiere seguir pensando el balance cambiario como si hubiera cepo. En tres meses hubo USD9.300 millones de FAE. Y esto fue antes de los medio aguinaldos, en julio. En el mercado de cambios hay oferta y hay demanda, porque el cepo se levantó para personas físicas residentes y para no residentes”. En ese sentido, en junio se fueron también USD205 M por la vía de la inversión de portafolio de no residentes. Inédito desde agosto del 2019.

Hacia adentro de la cuenta corriente, las exportaciones dejaron ingresos netos de USD3.376 M, inédito desde los USD5.478 M del primer dólar soja en septiembre del 2022. Esta vez alcanzó para compensar el rojo ya crónico de la cuenta servicios, por USD744 M. Por los intereses de la deuda y remisión de utilidades se fueron USD465 M.

El jueves ya se desplomó la liquidación

Tal como se esperaba, finalizado el período de 15 días hábiles desde el 30 de junio, y tras el boom de declaraciones juradas de exportación, desde el jueves se derrumbó la liquidación del agro. Luego 17 jornadas hábiles entre el 30 de junio y el 23 de julio, en las que el ingreso de dólares promedió los USD244 millones, finalmente el jueves el campo ofertó solo USD95 M. La semana terminó con el dólar spot mayorista volviendo a los USD1.280 M, pese a que las tasas de interés continuaron entre el 2,5% y el 4,5%, niveles reales altísimos, dado un IPC de 1,6%. Como sostuvo Polo, julio se mantuvo en niveles elevados de ingresos de divisas para el mercado cambiario, pero desde agosto vale esperar una merma significativa, porque ya se adelantó buena parte de la cosecha.

Esta nota habla de: