LICITACION

Tras la mala señal del rojo fiscal, el Tesoro sale a testearse al mercado

En enero se interrumpió el sendero de ajuste del gasto primario, que es clave para convencer al mercado de la capacidad de afrontar los vencimientos de deuda. Para la licitación del viernes los analistas consideran que va a haber éxito porque tiene lógica cortoplacista, la dificultad vendrá más adelante. Vuelven a jugar fuerte las Lecer, por la suba del IPC

mcortiz

Este viernes hay licitación y el Tesoro saldrá a buscar pesos para cubrir los vencimientos de la semana, por alrededor de $280.000 millones. Hubo un quiebre en el escenario de la ya tensa relación del Gobierno con el mercado: por primera vez desde la llegada del ministro de Economía, Sergio Massa, los números de enero mostraron un tope en la caída del déficit fiscal. La ecuación de cuántos pesos se deberán emitir para cubrir las necesidades financieras empieza ponerse en duda. Sin embargo, la expectativa para esta licitación es positiva, ya que el menú de instrumentos ofrecidos sigue apostando al corto plazo, la tasa altísima. Incluso las Letras que ajustan por inflación vuelven a saltar a la cancha, después de la alta demanda que tuvieron en la última salida al mercado. Y en la misma línea funcionarán las dollar linked, que cubren de una devaluación veloz.

El déficit primario dio un salto importante en enero y se interrumpió lo que desde el discurso venía siendo marcado como prioridad oficial: estabilizar las cuentas. Eso tiene consecuencias en la deuda en pesos, ya que el cálculo de que es necesario un rollover de 130% mensual, que viene siendo sobrecumplido en enero-febrero, es a partir de la presunción de que el déficit primario será de 1,9% del PBI. Para eso, la meta del primer trimestre plantea una primera parada, que marca que el rojo debe ser de $440.500 millones. Casi la mitad de ese margen se gastó sólo en enero, con un déficit de $204.000 millones. 

Si la dinámica sigue en esa dirección, no sólo no se cumplirá la meta sino que además será necesario un rollover más alto para no tener que emitir más pesos. Empieza a entrar en duda la capacidad de pagar y el mercado puede tomar nota. Por ahora no hay dificultades para renovar vencimientos siempre y cuando los nuevos instrumentos no tengan fecha para después de las elecciones, cuando un nuevo gobierno podría elegir defaultear. 

 

El analista financiero Christian Buteler señaló: "El dato de ayer fue muy malo. Yo creo que las consecuencias no se van a ver en esta licitación. Por un lado, porque con un cepo tan fuerte es necesario seguir invirtiendo en instrumentos que den una tasa alta, por encima de la inflación. El canje de deuda previo a abril sí puede mostrar problemas. Había tiempo hasta ahora para ir mejorando variables y no sucedió. Si se llegaba a marzo reduciendo el rojo fiscal era distinto porque, fuera cual fuera el que ganara la elección, iba a tener números ordenados que garantizaran el pago de la deuda. Ahora, con la oposición creando dudas y el oficialismo no acompañando con los números, esas dudas empiezan a tener asidero".

Coincidió el también analista financiero Gustavo Ber: "Creo que volverá a obtenerse un buen resultado ya que se sigue con la estrategia de títulos de muy corto plazo, posiblemente volviendo a validar tasas más altas, más allá de que se sigue profundizando la acumulación de vencimientos antes de las PASO. No creo que el resultado fiscal influya, aunque podría acelerar los tiempos para un deslizamiento en los dólares financieros".

Y agregó: “No creo que el resultado fiscal por el momento tenga una influencia directa en dicho resultado, aunque podría, al igual que la incertidumbre sobre las metas de reservas del FMI , acelerar los tiempos para que se reanude pronto el deslizamiento en los dólares financieros, los cuales vienen planchados y no tienen espacio para seguir acumulando atraso y así deberán acompañar al menos a la inflación”.

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